27 de mayo de 2015
Por Lincoln Diaz-Balart
Las siguientes palabras de Lincoln Diaz-Balart en recordación de Alfredo Moreno fueron leídas por Tily Noya en la Casa Cuba en Tampa, Florida, el 26 de mayo de 2015:
“Queridos amigos de la Casa Cuba de Tampa,
Aunque yo sabía que Alfredo estaba muy enfermo, su partida ha constituido un fuertísimo golpe para mí. Como ustedes saben, Alfredo y yo éramos amigos desde hace 41 años.
Como les pude explicar cuando tuve el privilegio de visitarlos en la Casa Cuba en enero de 2013, conocí a Alfredo Moreno durante mis años de estudiante universitario en el New College, en Sarasota. Yo formaba parte durante esos años de una organización estudiantil que trabajaba por la libertad de Cuba, llamada Abdala. Era el único miembro de Abdala (y el único cubano) en el New College en Sarasota.
Un
día salió publicada una nota en el Sarasota Herald-Tribune sobre el hecho de
que en New College había un joven estudiante cubano, miembro de Abdala.
Y a los pocos días se apareció, en mi dormitorio universitario, una
delegación de patriotas cubanos que vivían y trabajaban en
Sarasota, dirigidos por Alfredo Moreno. Alfredo y
los otros patriotas cubanos que vivían en Sarasota y yo
compartíamos el amor y la devoción por Cuba, y nos hicimos amigos. Alfredo
Moreno me invitó a participar junto a él en un acto conmemorando la lucha
y la muerte del General Antonio Maceo frente al ayuntamiento de
Sarasota. Fue el 7 de diciembre de 1974. Alfredo me recordó la
fecha la última vez que lo vi, en otro acto patriótico
cubano, en Ybor City, cuarenta años más tarde, el 10
de diciembre de 2014.
Desde 1974,
y al pasar los años, Alfredo Moreno se convirtió en uno de
mis más entrañables amigos. Recuerdo como en 1990 o
1991, antes de yo ir al Congreso en Washington, siendo yo Senador
estatal, Alfredo dirigió el esfuerzo por construir un parque con
estatuas de los grandes próceres de la Américas en
Sarasota. Yo pude ir con mi esposa y mis dos hijos al acto de
inauguración de ese bello parque.
Como
ustedes conocen bien, queridos amigos, el patriótico
entusiasmo de Alfredo por la libertad de Cuba, era contagioso.
Me insuflaba de optimismo cada vez que
yo tenía el privilegio de verlo.
Alfredo Moreno nunca claudicó, nunca descansó, en su incesante y admirable lucha por la libertad de nuestra patria. Yo aprendí mucho de él. Lo admiraba y lo quería como a un segundo padre.
Siento profundamente no poder estar físicamente junto a ustedes esta tarde. Pero créanme que los estoy acompañando en sus pensamientos y sus oraciones por nuestro querido amigo que ha partido al más allá.
Yo nunca olvidaré a Alfredo Moreno. Y continuaréintentando honrar a su amistad y su confianza en mí, continuando su lucha – que es la de ustedes también – por la libertad de Cuba.
A Mirtha su viuda y a toda su maravillosa familia – y a todos ustedes, queridos amigos de la admirable Casa Cuba de Tampa – les envío mi más sentido pésame, con un fraternal abrazo cubano de devoción y cariño.
¡Descansa en paz, amigo y maestro Alfredo!”
Más tarde, Tily le envió el siguiente correo electrónico a Lincoln Diaz-Balart:
Estimado Lincoln,
Unas líneas para darle las gracias por su escrito honrando a Alfredo Moreno. El acto quedósúper bueno, creo que Moreno nos estaba mirando y sonriéndose de ver la cantidad de amigos reunidos en su Casa Cuba. La casa estaba llena “standing room only”, muchas personas regadas por la cocina, afuera, Cubanos, Venezolanos, Dominicanos, Colombianos y más, Alfredo ayudaba a las personas sin mirar de donde eran, bueno fue algo muy emocionante. A mí me dieron el honor de leer las palabras suyas, las leí después que el Pastor Sosa habló sobre Moreno y dio la despedida religiosa.
Ahí le mando dos foto, un grupo de las personas en una parte de la casa, la otra soy yo en el momento que leí su mensaje, el cual conmovió a los asistentes. Le di una copia del escrito a Mirtha, la esposa de Moreno.
Muchas gracias por su cooperación, sé que lo hizo con todo su corazón.
Afectuosamente,
Tily Noya
No comments:
Post a Comment