Friday, April 21, 2017

Palabras de Lincoln Diaz-Balart en el 58 Aniversario de la fundación de La Rosa Blanca Florida International University, Miami, Florida 28 de enero de 2017

Lincoln Diaz-Balart


Muchas gracias, queridos amigos. Muy buenos días. Gracias por acompañarnos.
El libro que estaba terminando Rafael lo publicamos tras su muerte, Cuba: Intrahistoria. Una lucha sin tregua. Ustedes saben que yo lo admiro profundamente, por muchas razones.
Su radical rechazo, odio al racismo. Vicky Ruiz Labrit está aquí; ella ha analizado brillantemente sus ideas sobre la raza cubana, síntesis de todos los orígenes étnicos que han logrado crear la nación cubana, las ideas de Rafael contra el racismo. Vicky, gracias por tu estudio y tu profundización de ese pensamiento de Rafael.
Su plan detallado, que nos dejó, está aquí, para la reconstrucción de Cuba, la construcción de una Cuba prospera, con una comunidad económica con Estados Unidos de América. ¿Ustedes se imaginan lo que va a significar? Las inversiones multibillonarias que va a recibir Cuba libre cuando tengamos esa comunidad económica con Estados Unidos. Una comunidad económica con capitalismo, pero un capitalismo de todos y para el bien de todos.
Explica Rafael los mecanismos que la República puede crear para que, de las multibillonarias inversiones que lleguen a Cuba, los trabajadores cubanos tengan una parte de esas inversiones en forma de financiamiento para, si quieren, ser accionistas de las empresas donde trabajan. La creación de cientos y cientos de miles de pequeñas empresas, para que Cuba pueda ir de un país de proletarios a un país de propietarios. Nos dejó ese plan.
Imagínense el sentido de deber y de responsabilidad que sentimos, y también, como lo admiramos.
Pero tengo que decirles, que de todo lo que hizo Rafael Diaz-Balart en su vida, lo que más me enorgullece fue que en Enero de 1959, como él dice en Cuba: Intrahistoria, dándose cuenta que si él no tomaba un paso al frente para denunciar los fusilamientos diarios de cubanos que ya habían comenzado, nadie lo haría. Y 15 cubanos se reunieron, el 28 de enero de 1959 en el viejo hotel “Belmont Plaza” de Nueva York y denunciaron, ante la historia, los crímenes que ya estaban cometiendo los gángsters, asesinos, de la anti-cuba, y denunciaron los fusilamientos. Denunciaron los asesinatos de tres de los 4 hijos de Juana Gros de Olea. Del padre de Connie Niebla.
¿Está aquí Connie Niebla? Sí. El padre de nuestra amiga Connie Niebla, el honorable y digno patriota cubano José Manuel Milián, fue asesinado.
Yo quisiera en estos momentos, queridos amigos, recordarlos a todos, a todos los asesinados, todos, comenzando por esos que acabo de mencionar, los hermanos Olea, José Manuel Milián, y siguiendo por todos estos 58 años. Porfirio Guillén Amador, el hermano de nuestra honrada de hoy, Felicia, que murió peleando en el Escambray, en 1963. Todos ellos, continuando por toda la historia de la barbarie, pasando por nuestros mártires de Hermanos al Rescate, hasta Laura Pollán y Oswaldo Payá, honremos a todas esas vidas con un aplauso.
Eso, de todo lo que hizo Rafael, es lo que más admiro. En 1960, un año después de fundar La Rosa Blanca, lo metieron preso aquí, porque La Rosa Blanca fue una denuncia contra la actitud de todo el mundo, contra todos los gobiernos del mundo, incluyendo el gobierno más poderoso del mundo, el gobierno de Estados Unidos, que forzó a La Rosa Blanca a inscribirse como agente extranjero. La única organización en la historia del exilio que ha tenido que hacerlo. Y cuando él, leyendo la ley, como abogado, cuando Rafael le dijo al Departamento de Justicia, y todos los documentos están aquí, oigan, la ley dice que uno se inscribe cuando uno es un agente de un gobierno extranjero. Nosotros estamos luchando contra un gobierno extranjero. Por tanto, la ley no aplica. Y le contestaron: “Let’s meet in person” (mejor nos reunimos en persona) y se reunió en persona, en la oficina del Congresista Víctor Anfuso, el hombre al que le debemos la vida, mi mamá, mi papá, Rafa y yo. José y Mario nacieron aquí, más tarde, pero pudimos entrar en Estados Unidos y le debemos la vida al Congresista Víctor Anfuso de Nueva York. La reunión fue en su oficina. Y le dijeron, “usted inscríbase como agente de La Rosa Blanca de Cuba”. Entonces, lo que más me impacta, cuando leo esos documentos, es que en el formulario de inscripción, cuando le preguntaron “¿quiénes dentro del país que usted representa son específicamente lo que usted representa? Normalmente, uno representa a un partido político, o a un ministerio de un gobierno. Y él puso “everybody”. Todo el mundo.
Pues, ese día, lo metieron preso, y les voy a leer un poco de lo que escribió en Cuba: Intrahistoria sobre ese día que lo metieron preso aquí. La Rosa Blanca tenía todos los permisos para ponerle una ofrenda floral al monumento de Martí. Ustedes, los que habrán estado en Nueva York, habrán visto el monumento allí en el Parque Central. Fueron con todos los permisos para ponerle una ofrenda floral a Martí, y lo metieron preso. En el libro están todos los detalles del incidente. Yo solo les voy a contar por qué se llama Juana Gros de Olea el premio que otorgamos hoy. Rafael escribió sobre ese 28 de enero de 1960: “Muy tarde esa noche, cuando por fin pude salir de la cárcel, (por cierto, le echaron abajo los cargos unos meses después, desestimaron los cargos porque cambió la política hacia Castro, ya lo vemos en los documentos desclasificados, más o menos en marzo de 1960 comenzó a cambiar la política y unos meses después le echaron abajo los cargos). “Cuando por fin pude salir de la cárcel, había un acto planeado conmemorando el primer año de La Rosa Blanca, también en el Hotel Belmont Plaza, y dije allí, en el acto: Hemos decidido extraer los versos sencillos, hermosos y profundos de nuestro apóstol de las antologías poéticas y de las reflexiones intelectuales, y hacer de ellos nuestra brújula, nuestra bandera:
Cultivo una rosa blanca, en junio como en enero, para el amigo sincero que me da su mano franca. Y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardo ni ortiga cultivo, cultivo la rosa blanca.
Entonces, continuó diciendo Rafael “eso es un evangelio laico y un mandato de luz en este momento de oscuridad y de tinieblas. En la Cuba libre por la que luchamos y lucharemos siempre, debemos establecer un legítimo Estado de Derecho, dónde reine el imperio de la Ley y de la Justicia, nunca el de la venganza y el de las bajas pasiones. La patria requiere y requerirá una gran dosis de amor y de perdón”.
            En ese momento, continúa Rafael en Cuba: Intrahistoria. “se puso de pie la señora Juana Gros de Olea, que había sufrido solo un año antes el asesinato sin juicios en Santiago de Cuba de tres de sus cuatro hijos. Francamente pensé que “Chicha”, como era conocida Juana, destruiría mi tesis de amor para Cuba, pero nunca olvidaré sus palabras, pronunciadas mientras ella lloraba: “Sí Rafael, tienes razón. Tenemos que aprender a amarnos. Yo no quiero que ninguna madre cubana en el futuro tenga que sufrir ni un solo día con el sufrimiento con el que yo viviré el resto de mis días”.
Ese es el premio, Juana Gros de Olea. Juana Gros de Olea. Y hoy se entrega el tercero. El primero fue entregado póstumamente a Juana a través de sus sobrinos que la sobreviven, Anthony y Edward Arroyo. El segundo fue entregado al primer presidente de La Rosa Blanca, el investigador científico y médico cubano, amigo de Albert Einstein, Doctor Domingo Gómez Gimeránez, en manos de su hija, Sita Gomez. En 1959, Gómez Gimeránez era investigador y profesor en New York University y más tarde en Columbia University, y aceptó la presidencia de La Rosa Blanca. Imagínense ustedes las enemistades que se buscó. Armando de Armas ha escrito un análisis extraordinario sobre la vida, un gran ensayo sobre ese tremendo genio cubano. Fíjense que cuando Gómez Gimeránez murió, Rafael pronunció unas palabras en su funeral, y Severo Ochoa, Premio Nobel de Medicina, español, se le acercó después a Rafael y le dijo, porque mi padre había dicho, “Gómez Gimeránez merecía el Premio Nobel”, y hubiera sido claramente Premio Nobel en Medicina si no hubiera sido un cubano exiliado, y Severo Ochoa le dijo, “Usted tiene razón, él se lo merecía mucho antes que yo.” Ese fue el recipiente del segundo premio Juana Gros de Olea.
58 años más tarde, la lucha sigue. Y ahora, la extraordinaria mayoría del pueblo de Cuba, amordazado, ese pueblo discriminado, humillado, la extraordinaria mayoría del pueblo de Cuba repudia la tiranía moribunda y putrefacta de Castro. Celebramos que en cada municipio de Cuba, hay héroes. Es muy difícil ser opositor en Cuba, no solo te agreden, agreden a tu familia. Sin embargo, en ningún país comunista, estudiemos a todos los países ex-comunistas, nunca hubo la cantidad de héroes que hay hoy en Cuba. Y cada día, hay más. Dirigidos, inspirados por unos símbolos.
Pues, hoy entregamos el Tercer Premio Juana Gros de Olea a dos símbolos, que admiramos desde lo más profundo de nuestros corazones.
La hermana de Porfirio Guillén Amador, Felicia Guillén Amador, que, durante décadas, todas estas décadas, se ha mantenido inalterablemente representando lo mejor de Cuba, Felicia Guillén Amador.
Y nuestro hermano “Antúnez”, que no solo sufrió 17 años siendo torturado en las ergástulas, sino que, como me recordaba Bertha, su hermana, muchas veces cuando Bertha y otros amigos y familiares iban a visitarlo, le entraban a golpes a los visitantes delante de él y naturalmente entonces a él también. 17 años. “Antúnez”.
Tenemos una acusación de terrorismo por parte de la tiranía. Se acordarán Mario, Ileana, Carlos, que en 2014 nos reunimos en la Embajada de Lituania. La Embajada de Lituania tuvo una recepción conjuntamente con el Instituto La Rosa Blanca. Entonces, recibió una protesta formal Lituania de la tiranía cubana, detallando la acusación de terrorismo contra nosotros (porque tenemos un blog y una página digital).  También dice la tiranía que nos asociamos con elementos de la mafia de Miami y describe, sin mencionar nombres, a Ileana, Carlos, y Mario, sí.
Está la acusación de terrorismo, pero la realidad es, señores, que la tiranía se pudre. La historia es tan importante. Hay que estudiarla porque hay veces que la gente no se da cuenta. Por ejemplo, cuando mataron a Trujillo los dominicanos no sabían que se había acabado su tiranía. Demoró unos años, pero se acabó. Estaba Ramfis, el hijo de Trujillo, ahí matando, pero se acabó. En la tiranía cubana se les murió el cerebro, el loco endemoniado se les murió ya. ¡Solavaya! Se fue, pero, además, no sé si ustedes se han dado cuenta, pero el guardaespaldas perdió aquí, tenían un guardaespaldas aquí en la presidencia de Estados Unidos, él también se fue. La tiranía es un cadáver insepulto.
Entonces, Rafael habló del deber, y es muy sencillo. Estas ideas están escritas aquí. ¿Cuál es nuestro deber? ¿Cuál es mi deber? ¿El deber que yo quiero compartir con ustedes? Estas ideas tienen que estar disponibles para el pueblo de Cuba cuando vaya a elegir a su Congreso Constituyente o a su Asamblea Constituyente y escribir una nueva Constitución. Estas ideas tienen que estar disponibles. Así que, y no les estoy anunciando la fecha, pero sí les estoy diciendo que, no el Instituto, el partido La Rosa Blanca va a tener un Congreso en Cuba, y vamos a discutir estas ideas, y van a estar disponibles para los legisladores y el pueblo de Cuba. Y muy pronto, porque la tiranía ya es un cadáver insepulto.

Quiero decirles que, entre lo que ha cambiado, ustedes lo saben, desde hace 58 años, entre las cosas que han cambiado, es que hay ocho, ocho, Congresistas y Senadores de Estados Unidos cuyos padres eran o son patriotas cubanos. Eso es una realidad determinante. La brújula de esos ocho, yo tuve el privilegio de estar en la trinchera diaria con ella, es Ileana Ros-Lehtinen. La tiranía la llama la loba feroz. Es la loba por la dignidad, por los derechos humanos en todo el mundo, por la democracia, nuestra hermana. Con ustedes, Ileana Ros-Lehtinen.