Wednesday, March 25, 2015

Trofin Lysenko no ha muerto


Por: Leonardo Rodríguez Alonso

El otorgamiento del título de Doctor Honoris Causa el pasado 21 de marzo en la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas al ingeniero Adolfo Rodríguez Nodals, jefe del Grupo Nacional de Agricultura Urbana, constituye un ejemplo del daño que se hace a los pueblos cuando no existe libertad para desenmascarar los mitos que se tejen alrededor de hechos y personajes.

Y como Cuba se ha consolidado como una cofradía de servidores ineptos, que en la práctica no demuestran lo contrario, de nada vale el tan cacareado desarrollo científico alcanzado si adquirir alimentos que te nutran medianamente durante unos días se hace inalcanzable para un ciudadano común —sin mencionar de lo que guste o no al paladar, pues eso pasa a un segundo plano.

No tengo duda de que el otorgamiento del Honoris Causa a Rodríguez Nodals será historia, historia similar a la de Trofin Lysenko, que bajo la tutela de Iósif Stalin destruyó la agricultura en la URSS durante su reinado mandó al gulag a cuantos se opusieron a sus erradas hipótesis sobre el desarrollo de las especies.

En realidad no seré yo quien le dé el beneficio en esta comparación con el padre del lisenkoismo, pues solo somos 11 millones de habitantes; pero si le añadimos que demagogos así dan conferencias y cursos en países latinoamericanos y de otras latitudes, mientras una simple papa (tubérculo muy común en América) se ha convertido en una quimera en nuestra Patria, entonces, TrofinLysenko no ha muerto.

Las fotos muestran el organopónico «Independencia», lo que evidencia el «desarrollo» de la agricultura urbana en Camajua.

Tuesday, March 17, 2015

Esperemos…


Por: Leonardo Rodríguez Alonso

«Pensando Américas»: Como excelentes farsantes, con estas palabras han anunciado a diestra y siniestra el Foro de la Sociedad Civil Cubana que se efectuará el martes 17 de marzo de 2015, como colofón preparatorio a la VII Cumbre de las Américas, que tendrá lugar en Panamá los días 10 y 11 de abril próximos.

Y porque vivo en un país dirigido por una casta militar entronizada en el poder por más de 56 añosno puedo darme el lujo de admitir que se coarten las libertades cívicas sin al menos ponerle freno con la palabra honesta para, en lo posible, evitar que sigan fraguándose los desmanes que día a día ocurren en mi Patria.

Los medios oficialistas anuncian que más de 2000 organismos podrán acreditar a 3 personas por cada uno en 3 grandes salones habilitados al efecto en la capital, allí todos bailarán la melodía que manda a tocar la satrapía castrista y, por supuesto, ninguno de los miembros de la verdadera sociedad civil podrá, ni tan siquiera, pasar cerca de donde estén reunidos estos parlanchines del sistema; y es que en Cuba el término «sociedad civil», al igual que tantos otros, pierde su sentido. Citaré un ejemplo: algo tan noble como la Sociedad Colombófila Cubana está diseñada para la comunicación en tiempo de guerra, lo cual es obsoleto en la actualidad, pero muy útil para la enajenación delhombre en esta dictadura a la coreana.

En estas reuniones derrochadoras de bienes que sufraga el pueblo con su trabajo, para que manos aplaudan y lenguas repitan cansadas consignas, no estará ninguno de los cubanos que se reunieron con Roberta Jacobson, pero que sí lo harán en la VII Cumbre de las Américas, porque han sido invitados; por eso el corretaje de estos días.Allí en Panamá habrá una representación de nuestra sociedad excluida y diversa.

Esperaré el 12 de abril para saber lo acontecido, pues me resisto a creer que los prepotentes representantes de este desgobierno, acepten que los amantes de la libertad en Cuba les reclamen en sus narices los espacios a los que tenemos derecho. Pienso que buscarán pretextos para no asistir, habrá agresiones físicas, organizarán una cumbre paralela, histérica y agresiva, que si no es controlada desatará su ira contra comercios e instalaciones como ocurrió en la IV Cumbre de Mar del Plata, Argentina, en 2005.