Wednesday, November 6, 2019

El llamamiento de Bukovski, a treinta años de la caída del Muro de Berlín

por Mario Félix Lleonart Barroso

El pasado 29 de octubre el periodista español José María Ballester Esquivias publicό en el periódico ABC el obituario de Vladimir Bukovski quien había fallecido apenas dos días antes, el 27 de octubre, en Cambridge, Gran Bretaña. Ballester tuvo la gentileza de dar a conocer en sus redes sociales que dedicaba el obituario a “todos esos cubanos que han padecido y siguen padeciendo la crueldad del comunismo castrista, al que se enfrentan con extraordinaria valentía”.

Bukovski, junto a otros como Aleksandr Solzhenitsyn, estuvo entre los míticos disidentes soviéticos, sufrió doce años en cárceles psiquiátricas, pero sobrevivió y consiguió dar a conocer a Occidente los horrores del comunismo, y con algunos exponentes políticos de los Países Bálticos, tuvo hace unos diez años la claridad de proponer instituir lo que, por analogía con el significado del tribunal al que se alude con este nombre respecto del nazismo, podemos llamar “un Nuremberg del comunismo”. Está claro que la palabra Nuremberg es una metáfora, un término simbólico que no indica un tribunal internacional idéntico al de Nuremberg, pero que expresa una necesidad histórica e indica un resultado cultural y político que, en realidad, hoy sería más efectivo que un tribunal de justicia en sentido literal.

La repentina muerte de Bukovski nos deja mucho dolor y un gran vacío, pero es precisamente en su memoria que debemos realizar esta idea suya de la Nuremberg del comunismo, y nada mejor que esta oportunidad de los 30 años que se cumplen, el 9 de noviembre, de la Caída del Muro del Berlín para, más allá del aspecto jurídico-legal en sentido estricto, que por razones prácticas y formales no es en este caso lo primero, realizar una denuncia mundial de los crímenes de la ideología social-comunista y su intrínseco espíritu totalitario, y llevar a cabo una acción educativa para subrayar su esencia iliberal y evitar su proliferación en las generaciones futuras.

Tal llamamiento se dará a conocer este 7 de noviembre en Roma, refrendado por centenares de organizaciones y personalidades, entre las cuales el Instituto Patmos es firmante, para que el Comunismo sea condenado como lo fue el nazifascismo en Nuremberg. Dos días después, el 9, día exacto del aniversario del Derrumbe del Muro, se celebrarán conferencias en Madrid, España, y en Trieste, Italia, y también el 11, en Bucarest, la Fundación Eugenio Coposu dará a conocer este importante llamamiento que hemos firmado.

Otros muchos eventos alrededor del mundo servirán también para amplificar este documento, tres de ellos en los cuales el Instituto Patmos estará representado serán, el viernes 8 de noviembre al mediodía en una protesta, no por coincidencia en ese preciso día, frente a la Embajada de Cuba en Washington DC, reclamando la libertad de todos los presos políticos, y en especial exigiendo fe de vida de cuatro activistas de la Unpacu detenidos desde el 1 de octubre, entre los cuales se encuentra su líder José Daniel Ferrer. Esa misma noche del 8 de noviembre participaremos en una Ceremonia auspiciada por la organización “Víctimas del Comunismo” también en Washington DC donde se llevará a cabo la entrega de la Medalla de la Libertad Truman-Reagan al pastor luterano Joachim Gauck, quien dirigió oraciones semanales por la paz que ayudaron a iniciar la resistencia popular al régimen comunista y finalmente dieron lugar a las manifestaciones de protesta en 1989. Y entre el 21 y 23 de noviembre seremos parte en Boston de la Conferencia “Hacia una sociedad libre y virtuosa: la caída del muro de Berlín y el marxismo en la era moderna” invitados por Acton Institute.

La iniciativa del llamamiento ideado por Bukovski trascenderá su partida física, y se articula, por lo pronto, en dos fases, la primera de las cuales ya tuvo lugar, liderada por él mismo, ¡su última actividad en vida!, y que consistió en reunir alrededor de doscientas firmas relevantes en todo el mundo en apoyo a su justo llamado; y la segunda fase, la de hacerlo público, este 7 de noviembre, para obtener el mayor número posible de adhesiones. Colaboradores directos de Bukovski preparan un sitio dedicado a través del cual el llamamiento será hecho público.

Si realmente pretendemos que en el mundo impere la justicia no queda de otra, el comunismo es tan culpable como el nazifascismo en la misma medida millonaria de cada una de sus víctimas, y como culpable, es imprescindible sentarlo, de una vez por todas en su propio “Nuremberg”.

Tuesday, August 6, 2019

Más violaciones a las libertades religiosas contra la Iglesia Católica en Cuba: Citan a juicio al honorable seglar católico Roberto de Jesús Quiñones Haces


Por el Rev. Mario Lleonart, Instituto Patmos



El 1 de agosto amanecimos con la noticia de la cancelación de festejos públicos relacionados a la Jornada Nacional de la Juventud Católica (JNJ) a celebrarse en Cuba entre el 1 y el 4 de agosto; pero no concluiría el día sin otro ataque al corazón de la Iglesia Católica cubana. Ese mismo día se entregó al honorable seglar católico Roberto de Jesús Quiñones Haces, muy activo en las pastorales Familiar y Penitenciaria de la Diócesis Guantánamo – Baracoa, una citación para acudir a juicio el 7 de agosto acusado nada menos de los delitos de Resistencia y Desobediencia, los mismos delitos por los cuales también juzgaron y sentenciaron al también prestigioso católico, líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), Dr. Eduardo Cardet Concepción (Premio Patmos 2018), quien hasta hace poco estuvo internado en prisión, incluso bajo régimen de máxima severidad, y que todavía extingue dicha sentencia en cambio de medida como preso en su casa. 

El ensañamiento contra Roberto de Jesús se debe a su asistencia solidaria a los pastores evangélicos Ayda Expósito Leyva y a Ramón Rigal Merencio quienes fueron sentenciados a prisión en un juicio totalmente amañado celebrado el 22 de abril en el Tribunal Municipal Popular de Guantánamo (TMPG). En muestra de un gesto ecuménico digno de imitar por cualquier creyente cubano Quiñones Haces tuvo el valor de intentar asistir a la vista oral de los pastores y bastó solo llegar hasta el portal de dicho Tribunal para ser golpeado y detenido violentamente inmovilizándolo y manchando de sangre su simbólica guayabera blanca, manteniéndolo encarcelado hasta el sábado 27 y resultando acusado él, quien había sido víctima del arresto arbitrario, de los cargos por los que ahora pretenden juzgarlo, muy similar al caso armado con su hermano católico el Dr. Cardet en noviembre de 2016. Como un gesto que demuestra sus arraigados principios católicos, el 18 de junio Roberto fui citado por la policía para proponerle que pagase una multa administrativa y cerrar su caso de lo ocurrido el 22 de abril pero él les dijo que no iba a pagar ninguna multa por cuanto no había cometido ningún delito. Le tomaron nueva declaración y le amenazaron de juzgarlo como pretenden hacer ahora. La escalada contra este respetable seglar católico había comenzado mucho antes de su participación solidaria con los pastores evangélicos encarcelados, el 3 de julio de 2018 ya habían allanado su vivienda, donde reside junto a su esposa Ana Rosa Castro Bertrán; y entre todo lo confiscado incluyeron su Pasaporte, emitido y cobrado por el propio régimen pero que nunca devolvieron.

A pesar de ser la Iglesia de mayor arraigo y tradición religiosa en el país, y a pesar de ser también la única Iglesia que por ser a la vez un Estado posee una Embajada (la Nunciatura Apostólica), llaman la atención los ataques constantes contra la Iglesia Católica cubana a lo largo de las seis décadas de la supuesta Revolución cubana, que a todas luces se han incrementado desde que la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) publicó su “MENSAJE PASTORAL DE LOS OBISPOS CATÓLICOS DE CUBA, con ocasión del proceso de consulta del Proyecto de Constitución de la República de Cuba” el 24 de octubre de 2018.

El Instituto Patmos recepciona muchas denuncias procedentes del ámbito católico, que en la mayoría de las ocasiones no pueden hacerse públicas, pues las propias fuentes así lo solicitan al considerar que sobrevendrían mayores represalias, como podrían ser posibles deportaciones de misioneros, monjas y sacerdotes extranjeros muchas veces involucrados en los hechos. El propio Instituto Patmos recuerda la expulsión del sacerdote brasileño que lideraba la orden católica de los capuchinos en la iglesia de «La Divina Pastora» en Santa Clara, luego de que este autorizara en mayo de 2013 la celebración de un Foro dedicado al controversial tema del aborto y en el cual participara el experto Dr. Oscar Elias Biscet (Premio Patmos 2016). El Instituto posee denuncias en relación, por ejemplo, al acoso, vigilancia y la coacción gubernamental que acompañaron la visita en 2017 de la Cruz Peregrina y el Icono de la Virgen María como símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que peregrinaron por toda Cuba, pero propias fuentes implicadas, por las causas expuestas limitan publicar los detalles.

Alarman desde la publicación en 2018 del referido Mensaje Pastoral hechos adversos contra la Iglesia Católica, por ejemplo, la parroquia “La Cruz de Mayo”, en el pueblo llamado “La Quinta”, a 7km de su municipio Camajuaní; fue objeto de un raro suceso (http://www.alfayomega.es/183666/cuba-profanacion-iglesia-catolica-camajuani-cruz-mayo-parroquia) precisamente en Pentecostés, cuyos culpables no han sido descubiertos, al amanecer del domingo 9 de Junio de 2019, cuando fue robado el campanario de bronce (reliquia de la antigua estructura del templo que se custodiaba dentro de la actual capilla), el vino de la sacristía, el cáliz sagrado, y todos los copones de plata, también la sotana sacerdotal que apareció destruida, como para que fuese vista a propósito muy cerca del lugar. Unos días antes, en mayo, se había suspendido en esa misma Diócesis, ante la posibilidad de “actos provocativos”, una Conferencia Magistral que el también eminente seglar Dagoberto Valdés Hernández, director del Centro de Estudios Convivencia (Premio Patmos 2017), debía impartir en la catedral de Santa Clara. Según trascendió tampoco permitieron asistir a Dagoberto a los funerales del Cardenal Jaime Ortega y Alamino el pasado 28 de julio.

Llama la atención como el ataque gubernamental, de momento, tal vez por no chocar tan   frontalmente contra el Vaticano, no se ejerce contra sacerdotes o misioneros, aunque algunos de ellos, como el P. José Conrado Alegría (Premio Patmos 2015) denuncian constantemente vigilancias y acosos; pero si, en carácter repetitivo, se demuestra un ensañamiento contra prominentes seglares de la Iglesia Católica cubana: además de los casos anteriormente mencionados del Dr. Eduardo Cardet (en Holguín),  Roberto de Jesús (en Guantánamo) o Dagoberto Valdés (en Pinar del Río) llama la atención el tradicional hostigamiento contra el Profesor Amador Blanco Hernández (Premio Patmos 2014), otro consagrado seglar, precisamente de la mencionada anteriormente Diócesis de Santa Clara, quien además de haber sido expulsado en el pasado como profesor de Historia de la Universidad Pedagógica “Félix Varela” de Santa Clara, además de haber cumplido cuatro años de prisión política. Todo esto sin mencionar la persecución exacerbada, que no poseemos dudas desembocaron en los martirios en 2011 de la Sra. Laura Pollán Toledo, líder fundadora del movimiento femenino “Damas de Blanco” cuyas integrantes cada semana y hasta la actualidad sufren reiterada persecución para impedírseles asistir a misa; y de los también emblemáticos seglares Oswaldo Payá Sardiñas y Harold Cepero, líderes del MCL.      

Ante esta evidente nueva provocación contra la Iglesia Católica cubana en el anunciado juicio contra su eminente hijo Roberto de Jesús Quiñones Haces no solo esperamos la reacción del 60% de los cubanos que viven en la isla y que según datos estimados del Vaticano son católicos; sino que esperamos también las reacciones de la alta jerarquía de la evidentemente perseguida Iglesia cubana, y por supuesto, de la propia Santa Sede y de su Jerarca el Papa Francisco. Es importante que se sepa también que para manifestar solidaridad o comunicarse directamente con Roberto no sean usadas las redes sociales, a pesar de que Roberto nunca ha abierto una cuenta de Facebook han robado su identidad y más de una cuenta se usan apócrifamente como si fuera él. Si se desea contactarle hágase directamente por vía telefónica a su número: +5358029030 o a su email: rojequihacfgos@gmail.com.



Tuesday, June 18, 2019

El país de los poetas muertos


Por Armando de Armas

“Queridos amigos: debido al estado precario de mi salud y a la terrible depresión sentimental que siento al no poder seguir escribiendo y luchando por la libertad de Cuba, pongo fin a mi vida. En los últimos años, aunque me sentía muy enfermo, he podido terminar mi obra literaria, en la cual he trabajado por casi treinta años. Les dejo pues como legado todos mis terrores, pero también la esperanza de que pronto Cuba será libre. (...) Pongo fin a mi vida voluntariamente porque no puedo seguir trabajando. Ninguna de las personas que me rodean están comprometidas en esta decisión. Sólo hay un responsable: Fidel Castro. Los sufrimientos del exilio, las penas del destierro, la soledad y las enfermedades que haya podido contraer en el destierro seguramente no las hubiera sufrido de haber vivido libre en mi país”. Era la carta que dejaba Reinaldo Arenas, aquel 7 de diciembre de 1990, a los 47 años, antes de zamparse un cóctel de alcohol y pastillas que alucinado lo harían pasar al otro barrio.


Carlos Victoria, Juan Francisco Pulido, Guillermo Rosales, Hernández Novás, Hugo Ania, Angel Escobar, Miguel Collazo, Carlos Ripol y Heriberto Hernández, parecen ser parte de una tendencia preocupante entre escritores cubanos para exiliarse de este mundo vía el suicidio. Algunos llegan a asegurar, entre ellos Guillermo Cabrera Infante, que lo de José Martí no fue una muerte en combate, sino una muerte en suicidio.

Pero, más preocupante aún, la proclividad al suicidio no sería exclusiva de los escritores isleños, sino de los isleños en general. Así, en su obra Folklore de las Antillas, 1909, Florence Jackson Stoddard apunta que los habitantes de las islas próximas a Cuba, se referían a la Antilla Mayor como El bello país de la muerte.

Algunos estudiosos estiman que de los 100 mil habitantes primordiales que poblaban la isla de Cuba, unos 30 mil de ellos se suicidaron en los años posteriores a la conquista. Los esclavos traídos del África no se quedaban atrás y, estadísticas de 1854, muestran una elevada tasa de suicidio entre los negros forzosamente transplantados a la isla.

Los inmigrantes chinos, traídos en condiciones de semiesclavitud, muestran según el censo de 1862 una cifra de suicidio cercana a los 500 por cada 100 mil habitantes.

Ya en la República, 56 años de duración, las muertes por suicidio fueron estimadas en unas 30 mil a lo largo de la isla. Pero, en medio siglo de dictadura comunista el número de muertes por suicidio ascienden a unos 100 mil, 70 mil solamente en los últimos 25 años. Con lo que Cuba pasa a tener el nada envidiable record de ser el país con más suicidios per cápita de todo el hemisferio occidental.

Luego, los escritores suicidas no serían una excepción en Cuba, sino parte de una inextricable tendencia entre los pobladores del país en todos los tiempos. Agudizada, quizás, por el hecho de ser los escritores una suerte de antenas territoriales, probablemente programadas por las pulsiones de lo numinoso para captar, allá en los abismos, los dramas de los movimiento telúricos que se cuecen en lo insondable del inconsciente nacional.

Wednesday, April 24, 2019

Venezuela: colonia de los Castro

Por Mario Félix Lleonart Barroso

En esta intervensiόn militar a Venezuela - que lleva décadas - y como parte de la cual recientemente aterrizaron dos bombarderos estratégicos Tu-160 de la Fuerza Aérea de Rusia, un Antonov An-124 y una aeronave de pasajeros Ilyushin Il-62,  al mando de cuya operación desembarcaba en persona el jefe del Comando Principal de las Fuerzas Terrestres de Rusia, Vasili Tonkoshkurov; aunque se conoce que existen también fuerzas de Hezbollah, y que ya también hay vuelos directos iraníes, y que la financiaciόn china es efectiva; nadie tiene dudas que quien lleva la voz cantante y posee el control en cuanto a entrenamiento y personal es Cuba.

En caso de que Occidente se decidiera por fin a rescatar a Venezuela, Cuba se ha comprometido por supuesto a poner millares de soldados dispuestos a matar y a que los maten -aunque habría que ver que sucede de verdad en la hora definitiva: no nos olvidemos de Tortolό ni de sus famosas zapatillas-, y aunque Occidente hasta ahora prefiere librar esa guerra por vías econόmicas o diplomáticas mientras Venezuela continúa devorada por toda suerte de víboras y chacales, los aliados de Maduro entre tanto cumplen con lo suyo; Díaz-Canel y Castro que se niegan a perder su parte hasta el final en el pastel venezolano garantizan que sus soldados estén listos, por si acaso, y es por eso que hubo llamado de listos para partir el pasado 12 de marzo –que denunciamos– y es por eso que vuelve a haber llamado de listos para partir este 24 de abril– que volvemos a denunciar hoy. La carne de cañόn tiene que estar a toda costa garantizada. Y es por eso también que se sabe que genízaros de la calaña de Henry García, agente Cubano de la Seguridad del Estado, no se encuentra de momento reprimiendo y dando golpes a opositores en Cuba, sino con casco y pistola matando a mansalva a venezolanos como parte de “los colectivos”, cumpliendo su nueva misiόn en Venezuela, como centenares o millares más …

Tuesday, March 12, 2019

Un poco de Historia Sobre La Rosa Blanca

Por Luis González-Lalondry


La organización cubana La Rosa Blanca se fundó en enero del año 1959, bajo la orientación y dirección del doctor Rafael Díaz-Balart, que fuera Subsecretario de Gobernación, Representante a la Cámara y líder cameral durante el Gobierno de Fulgencio Batista, en una bodega propiedad de Pedro Peña Góngora, situada en la Calle 109 y Broadway, en Manhattan, en la ciudad de Nueva York, en una pequeña reunión, donde el propio Díaz-Balart escogió el nombre, por ser el más apropiado, inspirado en los principios de nuestro Apóstol José Martí, para combatir la dictadura en ciernes de Fidel Castro Ruz, a quien conocía muy bien por haber sido su amigo en la Universidad de la Habana y su cuñado, casado con su hermana Mirta.

De ahí en lo adelante se produjeron diferentes reuniones a la que se sumaron decenas de cubanos residentes en Nueva York, New Jersey, Connecticut y Philadelphia, en un sótano al que llamaban “Las Catacumbas”, en un edificio de apartamentos, situado en la calle 149 y Broadway en Manhattan y el que muchas veces resultaba pequeño por la enorme cantidad de asistentes, que comenzaban las reuniones cantando el Himno Nacional y evocando los versos de José Martí, La Rosa Blanca.

En este mismo sótano, repleto de cubanos, se designó a petición del doctor Rafael Díaz-Balart, el 11 de noviembre de 1959, al eminente científico Dr. Domingo Gómez Gimeránez, presidente provisional de Cuba en el exilio, propuesta que fue aceptada y publicada en El Diario de Nueva York y en los principales periódicos en ingles de la ciudad de los
rascacielos, a sólo unos pocos meses de haber llegado al poder la titulada ''revolución'' encabezada por el tirano Fidel Castro y cuando en Cuba se fusilaba y se llenaban las cárceles de cubanos opuestos a su régimen.

La Rosa Blanca estaba integrada por numerosos miembros en Nueva York y New Jersey, entre los que se contaban Pedro Peña Góngora, que inmediatamente ocupó la presidencia de la organización en la ciudad de los rascacielos, el periodista Alberto Alonso, que compuso el himno de La Rosa Blanca, Ángel y Marta Pérez, Carmen Mirabal, los hermanos Pedro, Gaspar y Delfín Rodríguez Silva, autor del libro ''Memorias de un Periodista”, de donde hemos tornado parte de estos antecedentes históricos, George Fernández, las hermanas Doris y Dollys Pérez, el Doctor Domingo Gómez Gimeránez, José Antonio Maceo, los hermanos Manuel, Renan y Walter Delgado, de Philadelphia. En Miami, Florida, el guajiro Beto Góngora, las hermanas Ana y Magda Diaz Balart, Armando Galis Menéndez, Nenito Moralejo, Rosa Torres, Luis Suarez, Raúl Artiles y muchísimos cubanos más.

Quiere decir que no era una organización “fantasma'' como decían los comunistas de la
época, sino una sólida, bien vertebrada y multitudinaria organización cubana, que luchaba denodadamente por denunciar los crímenes, los atropellos y la dictadura comunista del
régimen revolucionario de Fidel Castro en el poder.


Por eso al acercarse el 28 de enero de 1960, el doctor Rafael Díaz-Balart propuso en una reunión en el Casino de Puerto Rico y luego en la residencia de los esposos, Ángel y Marta Pérez, en el Bronx, en un emotivo discurso, ''rendirle el mejor homenaje a José Martí por La Rosa Blanca, reuniéndonos los cubanos en el pedestal dedicado al Apóstol en el Parque Central de Nueva York, para rechazar la dictadura impuesta a los cubanos por el tirano Fidel Castro''.

De allí surgió la movilización de la comunidad cubana el día 28 de enero de 1960 en el Parque Central de Nueva York, a la que asistieron decenas de compatriotas con Díaz-Balart a la cabeza, que colocarían una ofrenda floral de rosas blancas en el pedestal del Apóstol. El Consulado y la embajada castrista en la ONU enseguida movilizaron sus esbirros para reunirlos allí y evitar que los miembros de La Rosa Blanca pusieran la corona de flores en el pedestal del Apóstol.

Según cuenta nuestro buen amigo Delfín Rodríguez Silva, dirigente de la Rosa Blanca, los comunistas aliados del tirano Fidel Castro, trataron de evitar que colocaran la corona y se lanzaron contra los cubanos anticomunistas con cabillas y palos, envueltos en papel de periódico, mientras una veintena de policías trataban de evitar la confrontación. Pero para su desgracia las castristas encontraron un grupo de cubanos valerosos, muchos exiliados, otros residentes de muchos años en Estados Unidos, como Pedro Rodríguez Silva y José Antonio Maceo, nieto de esa familia heroica, que se defendieron a puñetazos protegiendo la corona de flores dedicada a José Martí, sus principios patrióticos y sus convicciones democráticas.

Aquella confrontación y la protesta de La Rosa Rosa contra el régimen dictatorial de Fidel Castro, recorrió Estados Unidos, Latinoamérica y el mundo, a escasamente a un año de la toma del poder de la ''revolución'' castrocomunista y denunció los crímenes que se cometf.an, los fusilamientos sin juicio previo, las largas condenas a prisión de las que se atrevían a protestar por los abusos del régimen, la participación de los comunistas en las posiciones claves del gobierno ''revolucionario'', las arbitrarias decisiones del tirano y el sometimiento de Cuba a la órbita de la Unión Soviética.

Luego en la noche, las miembros de La Rosa Blanca se reunieron en un acto de desagravio al Apóstol José Martí en el Hotel Belmont Plaza, donde Rafael Díaz-Balart pronunció uno de los discursos más vibrantes y patrióticos que recuerda la historia de las actividades de La Rosa Blanca y coma había dicho antes en la reunión bicameral del Congreso, cuando se aprobó el indulto de Fidel Castro y los complotados en el ataque sangriento al Cuartel Moncada en Santiago de Cuba, ''indultar al gánster de Fidel Castro es abrirles las puertas a una de las peores y más sangrientas etapas de Cuba Republicana''. Y Rafael lo conocía muy bien. Había sido su cuñado y su amigo.

Luego unos meses después, el 6 de junio de 1960, miembros de La Rosa Blanca, con el apoyo de otras organizaciones de Miami, escenificamos una violenta protesta frente al Consulado de Cuba, en Flagler y la Primera Calle, donde una veintena de exilados nos enfrentamos con los simpatizantes del tirano, que llevaban cabillas y armas blancas, protesta que recogió la prensa, especialmente  el Miami News y  la televisión  local, donde se enarbolaron cartelones con versos de José Martí y efigies del Apóstol y La Rosa Blanca y en el que participaron, entre otros muchos cubanos, Armando Galis Menéndez, Raúl Artiles, Luis Suarez, Beto Góngora, el doctor Arturo Pérez Heredia, Enrique Gutiérrez, Pedro Salvat, Santiago Álvarez, el que escribe estas líneas y muchos más que escapan a mis recuerdos. Varios resultaron heridos y doce fuimos a parar a la cárcel, acusados de desorden público.

Luego en Miami, recuerdo que una noche Rafael Díaz-Balart, Nenito Moralejo, Ramon Jiménez Maceda y yo, nos reunimos en la casa de Rosa Torres para planear la salida de la hora radial ''La Rosa Blanca'', en la emisora WMIE, que salió al aire el 6 de septiembre de 1960, a las once de la noche y que estuvo transmitiéndose para Cuba en su primera etapa, de lunes a viernes y se convirtió en el programa radial noticioso más escuchado entre las cubanos de Miami, con una gran audiencia en la Isla.

Durante el reclutamiento para integrar las fuerzas de la Brigada de Asalto 2506 en Guatemala, la única fuerza en sesenta años que convencionalmente  se ha enfrentado  con las armas al régimen comunista del tirano Fidel Castro en Bahía de Cochinos, el 17 de abril de 1961, más de una veintena de hombres de La Rosa Blanca, murieron o cayeron prisioneros, como Carlos Guas Decall, hijo del vicepresidente Rafael Guas Inclán, que murió combatiendo en la Ciénaga de Zapata, Nenito Moralejo, el guajiro Beto Góngora, Raúl Artiles, los tres hermanos Rey Delgado, Armando Galis Menéndez, a punto de ser fusilado, Luis González-Lalondry y varios jóvenes más, presos por defender la patria de las garras del tirano y evitar que cayera en manos del comunismo mundial.

Por su parte, Rafael Díaz-Balart había asistido a la oficina del Frente Revolucionario en la 27 Avenida, con Ramon Jiménez Maceda, Jorge Abril y este periodista, a ofrecernos para pelear por Cuba. De este grupo al único que aceptaron en el llamado Frente Revolucionario que reclutaba para la invasión fue al autor de este artículo histórico, Luis González-Lalondry. Es bueno que deje constancia en esta historia, pues es bueno que digamos que Rafael Díaz-Balart tuvo suerte, porque de haber participado en el histórico desembarco y haber caído prisionero en Bahía de Cochinos, según aseguró el propio tirano Fidel Castro a los periodistas Mario Kuchilán y Carlos Franqui, que fuera director del periódico Revolución, ''el personalmente le daría a Rafael el tiro de gracia''.

Muchas cosas más podamos contar sobre La Rosa Blanca en este proyecto patrocinado por el Instituto de la Memoria Histórica, pero el tiempo no nos lo permite. Lo que sí podemos afirmar categóricamente es que La Rosa Blanca fue la primera organización cubana en el exilio para pelear contra Castro y que denunció la naturaleza entreguista, anticubana, marxista, dictatorial y criminal del régimen comunista de Fidel Castro, que tomó el poder el primero de enero de 1959. La historia nos ha dado la razón y sobre todo le ha dado la razón, por segunda vez, a quien fuera su inspirador y guía, el doctor Rafael Díaz-Balart.

Febrero 3 del 2019.

Wednesday, February 20, 2019

CASTRO ESTA ORGANIZANDO TROPAS PARA ENVIAR A VENEZUELA


POR: YOAXIS MARCHECO SUAREZ

Los sátrapas castristas en Cuba están recogiendo firmas entre los jóvenes que trabajan en el sector del turismo y que son reservas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias para comprometerlos a que irán a combatir a Venezuela como carne de cañón, negarse les costará obviamente el puesto de trabajo. Los que están enrolados en el Servicio Militar Obligatorio la tendrán más dura porque de negarse a participar en una campaña militar en Venezuela para apoyar a la tiranía de Maduro, podrían ser procesados por insubordinación. Obviamente los nietos 'chulos' de Raúl Castro están excluidos, como en otras ocasiones serán los jóvenes sin 'pedigree', los 'hijos de nadie', los que irán a riesgo hasta de sus vidas, a pelear por una causa totalmente injusta. He sabido de muchos padres de jóvenes que trabajan en el turismo que están muy alarmados ante el peligro que se cierne sobre sus muchachos.

Mi mensaje para esos jóvenes es: joven cubano niégate a firmar, niégate a ser manipulado por el régimen imperialista de Raúl Castro, niégate a ir a Venezuela a causarle daño al oprimido pueblo venezolano, y a arriesgar tu propia integridad física, niégate a ser un mercenario. Tus acciones del momento tendrán repercusión permanente en el resto de tu vida.

A los padres: dile a tus hijos que no firmen, que no se enrolen en una campaña militar para luchar por un tirano. Castro quiere arriesgar las vidas de nuestros muchachos para defender sus propios intereses, las riquezas que le garantizan a él y a su familia los millones y la buena vida. Si Raúl quiere ejército de cubanos en Venezuela, que mande a sus nietos en la vanguardia.

Y un mensaje para todo el pueblo de Cuba: La libertad de Venezuela está muy cerca y con el fin del régimen de Maduro se incrementa la esperanza de la libertad de nuestra Patria, por eso Castro y su camarilla, tiemblan.

Wednesday, February 6, 2019

Aquellos años grises

Por: Yoaxis Marcheco

Eloína, aquella muchacha que en la década de los 90 se lanzó del piso 11 de la beca F y 3ra, me vino como flachazo a la memoria. Dijeron que había sido por un novio que no la quería, pero creo que Eloína se enfermó de la Cuba decadente, miserable, asfixiante del Período Especial, se saturó de la vida de bestias que llevábamos, pobre muchacha, demasiado frágil y desamparada. Les confieso que si yo pude soportar fue solo por Dios, mi fe me sostuvo. Más de una vez he querido con mis propias palabras narrar los 90 tal y como los viví, no puedo hacerlo. Fue un tiempo de estar al día, pero con todo lo que el espíritu demanda. La peor y la mejor etapa de mi vida, así de paradójico. Me siguen llegando los recuerdos como las luces intermitentes de un flash, la beca F y 3ra, con sus olores a comida podrida, churre incrustado en las paredes y en el piso, pestilencia a baños cargados de heces y orina, olor a salitre. Me veo frente al elevador, nunca indagué la marca de aquel viejo ascensor la mayor parte del año roto y las escaleras oscuras que tuve que subir, entre siete y veinte pisos con el hambre que me hacía arrastrar los pies. Imaginen a una jovencita flaca, con unas 96 o 98 libras, cargando un balde de agua escaleras arriba, era más la que derramaba que la que llegaba, y esa gota de agua tenía que alcanzarme para bañarme y asearme en la mañana, vida de perros sarnosos.

Me es inevitable pensar en Raúl Hernández Novás, el poeta de Gelsomina, iba a comer junto a los estudiantes de F y 3ra todos los días aquella comida para puercos: fish steak con sabor a bacalao mugroso, chícharos verdes duros como piedra y con gorgojos, pelotas de arroz blanco y un pancito tostado que era lo único que muchas veces yo lograba introducir en mi boca. Un hombre cansado Novás, triste, tampoco él soportó, se convirtió en una de las inumerables víctimas fatales de aquellos años inenarrables cuando el sábado 23 de junio de 1993, después de tres intentos fallidos de suicidio, puso fin a su vida con un disparo. Cuba estaba de muerte y sus hijos se quitaban la vida, no era más que una vida de perros sarnosos aquella.

No he vuelto a ver en mi memoria a F y 3ra en colores, creo que no había colores en la residencia estudiantil, la visualizo gris, oscura, un alto edificio marchito frente al malecón habanero, pero no he dejado nunca de visualizarla en mis recuerdos, allí también viví los frutos de la amistad, crecí rápido, los años se multiplicaron, entré joven y salí vieja. Obligo a mi mente a que no se olvide de nada, aunque no pueda aun sacar todas las experiencias. F y 3ra era un país subyugado por tiranos invasores, un país de tristezas y locuras, y lo sigue siendo, un país donde las almas entran jóvenes y salen viejas, un país sin libertad ni autonomía.


Thursday, January 3, 2019

La única unidad necesaria y posible

Por Armando Añel

La dictadura castrista arriba a sus 60 años en Cuba mientras internacionalmente sus apoyos decrecen. En este contexto desfavorable para el continuismo, vale la pena hacer un pequeño análisis a propósito de la oposición anticastrista de dentro y de afuera.

Si usted es opositor o activista anticastrista y tiene la libertad de Cuba como prioridad, una de las actitudes más prácticas que podría adoptar sería la de evitar la discrepancia y el enfrentamiento con sus homólogos opositores o activistas, concentrándose en combatir o denunciar al castrismo. Quienes siempre están de acuerdo nada aprenden el uno del otro, pero quienes nunca están de acuerdo suelen destruir cualquier posibilidad de avance o liberación. Y da la casualidad que quienes nunca están de acuerdo con nadie, solo con su inmovilismo intransigente, son legión en el caso cubano. Legión procastrista que se cree anticastrista o se vende como tal.

Mi modesto consejo a los "anticastristas" en la práctica procastristas: Si usted es "blando" y no le gusta tal o más cual iniciativa de un "duro", simplemente ocúpese de hacer algo lo suficientemente "blando" como para molestar al castrismo en lugar de hacerle el trabajo al castrismo criticando, estigmatizando o persiguiendo al "duro". Y viceversa: Si usted es "duro" y no le gusta tal o más cual iniciativa de un "blando", simplemente ocúpese de hacer algo lo suficientemente "duro" como para molestar al castrismo en lugar de hacerle el trabajo al castrismo criticando, estigmatizando o persiguiendo al "blando".

En la unidad se agazapa la farsa (sencillamente se trata de una utopía, al menos en el caso cubano). Pero en la división prosperan el egobiado y el G2. El término medio, el centro en la altura, consiste no en abandonar nuestras convicciones para circunstancialmente quedar bien con una u otra tendencia, sino en quedar bien con nuestras convicciones obrando en consecuencia: Haciendo, creando, poniendo manos a la obra en lugar de estigmatizar la obra de otros anticastristas porque es demasiado "blanda" o demasiado "dura". En definitiva --cuando enfrentan o denuncian el esclavismo, claro está--, todos los modos de una u otra manera, en mayor o menor grado, contribuyen al mismo fin liberador.

Olvídese de que algún día los cubanos estarán de acuerdo unánimemente: eso solo pasa en la Asamblea Nacional del Poder Popular y en algunas malas películas. En lo que sí todos los opositores podrían, o deberían ponerse de acuerdo, es en establecer cuál es su prioridad y, si esa prioridad es la liberación de Cuba --como se supone puesto que hablamos de anticastristas--, en combatir y criticar el castrismo, nunca a sus enemigos aunque no sean nuestros amigos. Esta es la única unidad necesaria y posible.

1959 o el año de la debacle

Por Luis Leonel León

El año 1959 marca no el inicio, como suele decirse, de la más profunda y larga desgracia de los cubanos, sino la victoria del anhelo revolucionario, que otras guerras verdaderas —no su último simulacro— y reiteradas revueltas habían comenzado mucho antes, a veces sin saberlo. El año 1959 fue el final de nuestra corta república. Desde entonces, los cubanos no tenemos país. Solo una pelea contra los demonios de una nacionalidad incompleta, herida, fragmentada, ilusoria, inexistente. E imaginada, como advierte Manuel Gayol Mecías en su reciente libro, no en balde titulado 1959 (Neo Club Ediciones-Palabra Abierta Ediciones).

Diez años le tomó redactar este ensayo, cuyo título no podía ser otro; 1959 es un año que marca a los cubanos. Y no se trata de historia: aun seis décadas después, es una realidad. Una espantosa realidad, intensamente defectuosa, que nos toca las narices con absoluta desfachatez y perversidad sociológica. Y aunque nuestro espíritu se niegue a creerlo, o incluso a aceptarlo, no son pocas las veces en que, dentro y fuera de la isla, sentimos que, a pesar de sus amagos y señales, este fantasmal epílogo que nos parece vivir —vivir y morir a cada rato— pudiera otra vez enredarse en el largo y tortuoso camino de alegres murallas, tales como la esperanza, el desespero y la imaginación. El yin y el yang de nuestros intentos perdidos. Ojalá nuestra agenda de golpes y eternos retornos se equivoque. En eso andamos, desde 1959.

Gayol Mecías lo sabe. Por ello, entre la espada y la pared, entre la certeza y la incertidumbre, ha escrito esta larga lista de tribulaciones del cubano moderno. Que no solo habla de los cubanos. Imagina a los cubanos. Indaga en cómo hemos andado como nación, cómo hemos sido vistos e imaginados, con aciertos y desaciertos, con intereses y desintereses, que no son pocos. Expone qué ha sido de esa imaginería, que el realismo socialista ha transformado en una gigantografía del tamaño de la isla, de donde aún, sin el Muro en Berlín ni la Unión Soviética, para la mayoría, entre mitos y realidades, es casi imposible escapar. Una isla que pareciera flotar, pero que no va a ninguna parte. Una ilusión, si acaso una intención a medias, disfrazada de país.

Con un lenguaje donde confluyen el ensayo y la poesía, la historia y hasta el relato, Gayol Mecías aporta su visión de lo que somos, lo que hemos sido y, en buena medida, lo que no hemos logrado ser los cubanos, a pesar de que digamos, o digan otros, lo contrario. Entre sueños y gestas, sangre y carnavales, prisiones y éxodos, riesgos y dobleces, sumas y restas, verdades y mentiras: en este libro, reflejo de una reflexión sobre nuestra historia, una vez más es posible comprobar nuestra insular receta de carencias, y defectos, a los que el autor le dedica buena parte. Mientras Gayol Mecías escribía (me aventuro a decir que desde antes), comprendió: "El hecho de analizar nuestros defectos, al tiempo que le hablo al cubano descalzo, era (y es) el mejor favor que podemos hacernos a nosotros mismos".

Esto confiesa: "Desde hace unos diez años, vengo pensando en lo difícil de abordar este tema, puesto que he estado convencido de que lo primero es encontrar y definir cuáles son nuestros defectos y las principales connotaciones que hacen una imagen más justa de nosotros mismos, pues de alguna manera, la imagen es el significante del significado que debemos ser".

Pensamientos, bibliografía, hechos, contextos, conceptos, metáforas, memorias: son recogidas aquí por un cubano que no vive en Cuba, pero que, como otros dos millones (aunque ciertamente no con la misma intensidad y perspicacia), no ha dejado de vivir en la Cuba imaginada, por muy brutal que sus nostalgias sean. Pues el arsenal de anhelos, hablando de Cuba, es fácil de percibir, de imaginar. Varias de sus imágenes posibles, con el lente poético de Lezama Lima, y con la preocupación pedagógica de su autor, son retratadas, perseguidas, reinventadas en un ensayo, al que no quiere, no puede, ponerle punto final. Su objetivo es atávico e inexcusable: "Saber de dónde venimos, quiénes somos y hacia dónde vamos".

Con 1959 (cuyo subtítulo es Cuba, el ser diverso y la isla imaginada), Gayol Mecías quiere aportar sus hallazgos a las imágenes de la Cuba desarmada. Sabe que nuestra nación está inundada de "lagunas de olvidos", y por eso, su libro es también una forma de luchar contra el olvido: crear y rescatar palabras, imágenes posibles, contra seis décadas de olvidos.

El "espejismo de la revolución", es decir, su insustancial, pero a la vez poderosa tropología, es una imagen cardinal en este libro. "Los mitos políticos son creadores de imágenes y esas imágenes, interrelacionadas, dan lugar a espejismos", asegura Gayol Mecías, quien ensaya en lo que considera los cinco mitos fundacionales de la Revolución castrista: el de "Robin Hood", la "Isla de la Utopía", "David contra Goliat", la "isla bloqueada por el imperio" y el "invencible Comandante en Jefe". También menciona otros mitos, que sustentan la autocracia socialista, provenientes de los discursos de Fidel Castro: "El genio está en las masas. El genio es masivo"; "patria o muerte, venceremos"; "al socialismo le debemos todo lo que somos hoy"; "a la Revolución no hay quien la detenga"; "toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo"; "vamos a crear riqueza con la conciencia y no conciencia con la riqueza", entre otros.

La Cuba de antes de 1959 es uno de los dolores y las realidades históricas de las que zarpa Gayol Mecías para ensayar, que no es otra cosa que pensar, su nación. Que además de imaginada también reconoce rota, interminada, vilipendiada por una propaganda que ha ayudado a perpetuar el caos y la miseria en la isla, y el desconocimiento, y hasta no pocos desapegos, en el resto del mundo.

"Cuba no ha sido un referente de ejemplaridad durante la dictadura castrista, sino que —por el contrario— ha sido una devastadora avalancha de empobrecimiento y su referente se ha invertido en relación con lo que era antes de 1959. Si Cuba fue un ejemplo a imitar para otros países, en cuanto a calidad de vida, lo fue antes de 1959. La supuesta Revolución cubana siempre se ha autoproclamado, desde su inicio, como un referente de avanzada (…) cuando en verdad ha sido todo lo contrario, como he dicho, aun cuando la publicidad de la izquierda ha coadyuvado a proyectar su mito de una manera muy siniestra, valga la redundancia (…). A partir del año 1959, este estatus de referencia se ha invertido y la isla ha pasado a ser un referente de pobreza en todo sentido", señala el también autor de La penumbra de Dios y Viaje inverso hacia el Reino de Imago, entre otros títulos.

De esa Cuba, recuerda el ensayista, con todo el peso de la historia como cimiento: "Era un referente en tanto ejemplo a imitar por haber sido síntesis de lo posible en este continente, como ya Fernando Ortiz lo constataba, en otro sentido, al señalar que Cuba era modelo de transculturación —y la transculturación resultaba ser, a su vez, un abanico de posibilidades por la rapidez del cruzamiento de razas en la isla, y porque el cubano en la década de los años 50 contaba ya con una excelente asimilación empresarial y tecnológica de todo lo que entraba al país procedente principalmente de Estados Unidos. Hasta que en 1959 comenzó la debacle".

Gayol Mecías es un poeta. Por eso, incluso ante el horror petrificado que marcha por su nación en triste manada, ha preferido hablar de imágenes. No podía dejar de dedicarle, con paciencia de 10 años, capítulos a imágenes tales como el ajiaco de los genes, la utopía de la imperfección, los bufos con imaginación, la prostitución insular, la burla, la supervivencia, la pachanga, las lágrimas, el relajo, el desdoblamiento, la imaginación frustrada y los rejuegos del poder, y otros tropos que nos acompañan a los cubanos, con imponente presencia, como chasquidos en los ojos, sobre todo desde 1959.

Hablamos de un libro que ama profundamente a Cuba. Que se niega a permitir que las imágenes construidas por la propaganda revolucionaria supriman por completo la ya casi borrada historia de antes de 1959, y mucho de lo que hoy se fermenta y arde en las calderas del socialismo real. Al ser escrito ahora, 1959 no presenta a Cuba como la palabreada isla solitaria de los años nebulosos 60. La recorre hasta su impacto en Latinoamérica, con los satélites cubanos del llamado socialismo del siglo XXI, que no es más que el nuevo maquillaje de las dictaduras de izquierda en Latinoamérica, con el castrismo en la cabeza del pulpo, y a quienes considera menos peligrosas que la matriz del fenómeno: el gramscismo. Esa estratagema seudointelectual para esconder narcoestados y justificar la imposición de la violencia, la demagogia, el terror, la miseria material y espiritual.
Hay mucho más en las cuatrocientas páginas de 1959. Cuba, el ser diverso y la isla imaginada. Creo que a todo el que le interese Cuba, ya sea para aprender, inspirarse, asentir o discutir (ese estado que tanto nos gusta a los cubanos), le llamará la atención este libro de Gayol Mecías. Un cubano que se ha atrevido, otra vez, ya no solo a hablar de los cubanos —eso no es noticia—, sino, sobre todo, a pensar los cubanos. Lo cual siempre es un riesgo.

El autor es periodista cubano radicado en Miami. Palabras de presentación del libro "1959" en el X Festival Vista de Miami, el 15 de diciembre 2018.