Wednesday, October 29, 2014
Mis encuentros con Popieluszko
Monday, October 20, 2014
Para no ver la injusticia
El pasado 17 de septiembre se inauguró en el Palacio de las Convenciones de La Habana el III Congreso Internacional Abogacía 2014, con la presencia de 142 delegados de 18 países. Sencillamente, una apología al sistema judicial cubano.
No es errado juzgar cómo los extranjeros que asistieron al cónclave se quedaron extasiados con las obras teatrales que se montaron para convencerlos de que el paraíso está aquí, digo, pues creo que ellos están deseosos de implantar en sus países este sistema para poder dar espuela a diestra y siniestra, mientras nuestro país se desangra haciendo política y minando los sistemas sociales de América.
Les ruego a los lectores que mediten en lo siguiente. Les mostraré solo los cargos de las estrellas que presidieron la primera jornada:
¿Es independiente el sistema judicial cubano?
¿Cómo es posible que en nuestra región en la Fiscalía Provincial, a la derecha del edificio, hondeen dos banderas: la cubana y la del M-26-7 que representa el partido que está en el poder hace 55 años?
Entre los trabajadores que ejercen el derecho se dice entre labios, medio en broma, medio en serio: «La ley es para cumplirla, no para hacer justicia». Una manera de garantizar todas las bases del poder. La realidad es tangible, quieren, añoran y no descansarán tratando de llevar a sus países esta «perfección» para privar a los ciudadanos de todos sus derechos. Acaso no saben que en Cuba si no perteneces a la Organización Nacional de Bufetes Colectivo (ONBC), organizadora de la cita, no puedes ejercer como abogado.
Citaré otros ejemplos de la «justicia cubana»: En nuestras ciudades como en cualquier parte del mundo se comenten excesos, se asesinan personas de las formas más atroces, se han atropellado a personas por negligencias manifiestas, se cometen actos de violencia doméstica ytambién maestros han violado a sus alumnos.
¿Conocen algún caso en que a esas personas se les ha echado asfaltiti o sustancias tóxicas, se les han pintado letreros ofensivos en sus paredes, les han arrojado animales putrefactos sin tener en cuenta ancianos o niños? ¡No! Absolutamente no, porque nadie puede hacer su propia justicia.
Todo lo expuesto está reservado para los que defendemos nuestro derecho de libre expresión, a un alto precio.Los actos de vandalismo o las turbas que nos repudian, organizadas por los agentes de la seguridad del estado (SE) van destruyendo las bases del sistema que pierde credibilidad por esta causa.
A ninguno de estos juristas, como a tantos burócratas de la comunidad internacional les interesa constatar el viacrucis que atraviesan los luchadores pacíficos amantes de la paz y la justicia en Cuba.
Nada acontecerá, porque la venda que cubre los ojos de la mujer que simboliza la justicia la traen todos los que participan en el evento sobre los suyos, en este caso para no ver la injusticia, pero por suerte la espada que tiene en una mano pende sobre sus cabezas y algún día la venda estará sobre los ojos de los verdaderos juristas para que ejerzan con independencia de poderes.
Exhortamos a los buenos juristas, a los que sufren, que defiendan el derecho a:
En suma, el cumplimiento estricto de la Carta Internacional de Derechos Humanos.