Saturday, August 24, 2013

No nos dejemos engañar


Por Normando Hernandez


La libertad de expresión es un derecho inalienable de toda la familia Humana. Este derecho “incluye  el  no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”*. Pero desgraciadamente existen individuos y regímenes totalitarios que cercenan este derecho a los pueblos. El régimen de los hermanos Castro es un ejemplo de lo que no se debe imitar en lo que a libertad de expresión respecta.

En la isla de los Castro la violación a la libertad de expresión está institucionalizada en la Constitución de la República de Cuba. El artículo 53 de la mencionada ley de leyes estipula: “Se reconoce a los ciudadanos libertad de expresión y prensa conforme a los fines de la sociedad socialista…” Asimismo el artículo 39 en su inciso ch) asegura que “es libre la creación artística siempre que su contenido no sea contrario a la revolución…” No hay que ser un erudito para interpretar que cualquier disentimiento en Cuba, contra el socialismo o la llamada revolución cubana está prohibido en todas sus formas.

También existen otras leyes liberticidas  como la Ley 88 o ley  de Protección de la Independencia Nacional y la Economía de Cuba, más conocida a nivel nacional e internacional como Ley Mordaza. Esta ley sanciona a un máximo de 20 años de privación de libertad “aquellos hechos dirigidos a  apoyar, facilitar, o colaborar con objetivos…” encaminados en contra del “Estado socialista y la independencia de Cuba”. La Libertad de expresión  no escapa de la Ley Mordaza.

Bajo el monopolio estatal descansan  la prensa, la radio, el cine, la televisión e internet. Esta última no existe en su forma doméstica, salvo algunas excepciones de personas incondicionales y de alta confiabilidad para el régimen y extranjeros residentes en Cuba.

Hoy día el gobierno de Cuba alardea que sus nacionales pueden navegar en la red de redes a través del portal nacional "Nauta”,  en 118 salas que abrieron a razón de 4.50 CUC** por hora, es decir el  24% del salario promedio de un cubano que no sobrepasa los 20 dólares mensuales. Lo que no dice es que la internet en Cuba no se puede usar en contra de la draconiana censura oficial y que las conexiones serán hackeadas y posiblemente sancionados los que ejerzan su derecho a la libertad de expresión y prensa  a favor de la libertad y la democracia para el pueblo cubano. Tampoco dicen que los cubanos no podrán acceder a páginas web, blogs y bitácoras digitales que critiquen la gestión del gobierno de los hermanos Castro. Éstas permanecen  censuradas.

Este orden de arbitrariedades nos demuestra que el discurso y las intenciones de los que mandan en la mayor de las Antillas permanecen idénticas a las de hace más de medio siglo. No olvidemos que el mayor de los Castro en las conclusiones de las reuniones que sostuvo con los intelectuales cubanos en 1961 apostilló: “Dentro de la revolución, todo; contra la revolución, nada”***. Ahora el menor de los tiranosaurios enfrascado en un lavado de imagen en busca de créditos de todo tipo que le permita mantenerse en el poder quiere que en Cuba cambie todo, para que no cambie nada. No nos dejemos engañar: en Cuba no hay cambios ni libertades de ningún tipo. Solo se acomoda el totalitarismo que quiere perpetuarse por los siglos de los siglos.


*Artículo 19, Declaración Universal de Derechos Humanos

** CUC, peso convertible o moneda fuerte de las dos que circulan en Cuba y que  equivale a un dólar americano.

***http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1961/esp/f300661e.html

English versionhttp://www.freedomcollection.org/news/2013/08/lets-not-be-fooled/


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