Por Leonardo Rodríguez Alonso
Sufrir un 13
de agosto en Cuba es una experiencia humillante, y seguirá siéndolo de manera
progresiva en la medida en que aumente esta dictadura a lo Castro. Es el caso
que la corrupción en todas la instituciones gubernamentales a la vista de la
población hacen que cada vez menos personas les hagan el juego al sistema, de
esa manera se va produciendo un proceso de selección «natural» que tiene como
principal condición la pérdida total de la vergüenza, único «don» que justifica
que todavía haya personas capaces de celebrar el cumpleaños del hombre que ha
gobernado la mitad de nuestro periodo republicano a golpe de bayoneta.
En la foto, se
muestra un expendio de cerveza al frente de la vivienda de Jesús González
Triana. En la pared de su casa, ubicada en la calle Andrés Cueva # 78, en
Camajuaní, se lee: «Felicidades Fidel»; al lado, en la vivienda aledaña, se
puede observar una foto de los hermanos Castro. Encerrado en un círculo,
Teodoro Verdecía Triana, connotado agente de la Seguridad del Estado (S.E).
¿Quién es Jesús?
Este señor, que ronda los 80 años, lleva alrededor de 40 al frente de la
fábrica de ron, perteneciente al combinado Cubanacán. En este centro funge una
brigada de respuesta rápida que participa en actos de repudio contra opositores
pacíficos y además, es muy frecuentado por funcionarios de empresas, dirigentes
de todos los niveles y miembros de la PNR municipal. Por eso Jesús, según la
voz popular, tiene a todo el mundo comiendo en su mano y es el hombre más
poderoso de la comarca. i Claro que tiene que celebrar cada 13 de agosto!