Wednesday, April 22, 2015

Como pretexto, la mentira


Por Cesar Menendez Pryce

Yo podría tildar a Eusebio Leal de cualquier cosa, menos de mentiroso, aunque sus análisis y enfoques procastristasde la historia reciente mostraban ya su talante tergiversador.  Sin embargo, más allá de lo imaginado,  en la recién finalizada Cumbre de Panamá estupefactos le vimos fabricar una gran mentira ante los medios internacionales. 

Así contó su versión de la golpiza a los disidentes cubanos presentes en el parque Porras,  “… en el día de hoy se dio una batalla por la dignidad, una batalla que comenzó frente a la embajada de Cuba en el monumento a José Martí a donde acudimos los rectores y  académicos a primera hora a colocar las ofrendas florales, que por cierto cubrieron todo el busto de Martí. Poco después ( y  se toca la nariz) llegaron los que esperábamos que llegaran y lo primero que hicieron fue arrebatar las flores que nosotros habíamos colocado. Eso creó en los cubanos que estaban allí, ya nosotros nos habíamos marchado, un sentimiento de ofensa, un sentimiento de pesar profundo,……”

Es público que los cubanos opositores, para rendir tributo al apóstol José Martí, llevaron sus propias flores y cuando llegaron al lugar, según hemos visto en la televisión, no había ningún rastro de ofrendas anteriores.  Es constatado por las numerosas cámaras presentes que la provocación y la trifulca no estaba en el ánimo de los disidentes sino en la idea de los enviados a boicotear el acto de homenaje al  héroe nacional de Cuba. 

Martí para Eusebio Leal es propiedad del castrismo y todo tributo que se le rinda debe ser auspiciado y supervisado por el Departamento de Orientación Revolucionaria de Cuba o la Oficina del Historiador de La Habana que tienen la misma función

La otra que mintió en vivo y en directo fue la psicóloga Sucelys Morfa, segunda secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, cuando argumentó a un periodista que ellos – UJC, FMC, CDR, CTC, UPEC, UNEAC- eran representantes de la sociedad civil cubana y que viajaron a Panamá con el fruto de sus ahorros, negando de esa forma que habían sido enviados y costeados como tropa de choque por el régimen de los Castro

Si un régimen para defender su ideología tiene que enviar sus peones a mentir por el mundo de forma tan burda esto significa que se agotaron los argumentos para sostener su “proyecto revolucionario”. 

Leal pudo ser leal a la realidad y decir lo que sentía, “les golpeamos porque no compartimos sus ideas y a Martí, autor intelectual del asalto al cuartel Moncada, nadie noslos toca” y  tal argumento tendría más sentido y podríamos entenderlo como una errada forma de pensar. Pero quien  se  avergüenza de sus actos es porque su conciencia le dice que algo mal está haciendo. 

Por su parte, la señorita psicóloga pudo apelar a la existencia de fondos colectados por la Revolución destinados a tareas de choque y representación internacional.  Pero no, se inventó una mentira sobreriquezas y ahorros que pusieron al descubierto su pudor alsentirse títere del circo del tirano más viejo de las Américas.

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