Por Pbro. Mario Félix Lleonart
Dice el diario “Juventud Rebelde” (Ana María Domínguez Cruz: “Por la paz, la reunificación y el diálogo sincero”, 5 de noviembre) que en su estancia de tres días (2-5, noviembre) John McCullough, presidente del Servicio Mundial de Iglesias, Gradye Parsons, de la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos y el rabino Hower Sunny Schnitzer, del Movimiento de Renovación Judía “pudieron palpar la libertad religiosa existente en Cuba”. Por supuesto, tomados de la mano de Joel Ortega Dopico, del Consejo de Iglesias de Cuba.
Servicio Mundial de Iglesias. Consejo de Iglesias de Cuba. Con tan estrambóticos nombres cualquiera podría pensar que no queda lugar para la fe ni a nivel mundial o a nivel nacional en Cuba.
Los aduladores y falsos profetas al servicio de las tiranías siempre han existido para su propia vergüenza.
Servicio Mundial de Iglesias. Qué otro comportamiento puede esperarse de una organización legada por el extinto campo socialista de la cual apenas pueden extraerse excepcionales ejemplos como el de Josef Hromadka, el teólogo reformado checo, uno de sus fundadores quien no obstante fue rechazado por su protesta contra la invasión soviética a Checoslovaquia y obligado a renunciar de la presidencia de la denominada “Conferencia Cristiana de Paz” para morir apenas seis semanas después.
Consejo de Iglesias de Cuba (Cic). La organización que en todos estos años no ha tenido ni una sola palabra en favor de los presos políticos cubanos pero sí, siempre, incondicionalmente, de sus verdugos, los que le suministran su vino y su pan. Según opiniones de algunos de sus propios miembros extraídas de un multílogo que tuvo lugar en el Centro Memorial Dr. Martin Luther King en junio de 2007 publicado íntegramente en la Revista Caminos, No. 46 de 2007, páginas 50 a la 60, bajo el título ¨Ecumenismo en Cuba¨:
Rev. Raúl Suárez: “… todo el mundo quiere tener un proyecto, porque detrás del proyecto hay muchas cosas que no son la misión ecuménica. Pero ustedes saben la cantidad de proyectos que hay por ahí que no obedecen a una estrategia ecuménica, sino a una estrategia de sobrevivencia de la organización o de la institución”.
Rodolfo Juárez: “Todos esperábamos que el Cic fuera el baluarte del ecumenismo en Cuba y, realmente, no lo ha podido ser ni lo va a ser, porque su estructuración no se lo permite. No se quiere dañar a los que están adentro ni ahuyentar a los que están afuera, y se mantiene una coexistencia pacífica, pero improductiva… a veces lo que hacemos son charlas de viejos: nos reunimos y hablamos de ecumenismo, pero no influenciamos a nadie. Todo esto tiene que restructurarse, pero con un compromiso.”
Kirenia Criado: “… lo primero que tenemos que hacer es empezar a leer nuestra realidad, y hacerlo de una manera muy crítica, entendiendo la crítica como reflexión, para saber dónde estamos y cuál sería nuestra misión… vamos a sentarnos a discutir sobre cómo cambiamos las cosas, porque realmente no están dando cuenta de ese ecumenismo que queremos, cuyo objetivo fundamental es transformar la realidad, permitir que crezcan el ser humano y la vida humana por encima de todas las cosas y ver cómo Dios se mueve en la historia. ”
No es coincidencia la visita y declaraciones de estos reverendos justo tras el sendo informe de Solidaridad Cristiana Mundial en agosto, de su traducción al portugués y publicación por parte de Anajure en octubre,y finalmente del reciente informe de la organización católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada(AIN). Han venido los de rimbombantes nombres en auxilio caritativo del desprestigiado estado cubano precisamente en el área religiosa donde tan acertadamente está siendo cuestionado. Esta visita es un eco del esfuerzo cabildero que los representantes del CIC realizaran en febrero pasado en un viaje sin penas ni glorias por Washington, según reconoce la edición del Granma (http://www.granma.cu/cuba/2014-11-04/para-poder-ejercer-un-cambio), y que en su momento fue puesto al descubierto (Cubano Confesante, post del 24 de febrero, y otros blogs: http://religionrevolution.blogspot.com/2014/02/se-presentaran-en-el-congreso-de-los.html).
Pero se trata solo de lo que ya se ha descrito como organizaciones de nombres estrambóticos y rimbombantes que se atreven a hablar no solo a nombre de iglesias que no les han dado la palabra sino incluso, y esto es sacrilegio, a nombre de Dios. Así como nuestro José Martí criticara en su momento el comportamiento de un clero cómplice y a pesar de ello diera aliento a la esperanza reconociendo: “No amigo mío, hay otro Dios” se hace menester advertir al mundo que en Cuba peregrina también otra iglesia evangélica que al igual que las confesantes en la Alemania nazi se oponen a la dócil unidad eclesial que requieren los totalitarios de turno. Pero nos ayuda saber que no estamos solos puesto que contamos no solo con hermanos como los de CSW, Anajure, AIN; sino también con los de otras prestigiosas organizaciones de presencia mundial, aunque a ninguna de ellas se les permita la entrada a la isla(pregúntese de las 4 visas negadas hasta al prestigioso evangelista latinoamericano Alberto Mottessi),como el Consejo Internacional de Iglesias Cristianas o la Alianza Evangélica Mundial, que existen para demostrar que ese denominado Concilio Mundial de Iglesias, engendro y herencia de regímenes políticos ya desaparecidos y de los que el sistema cubano constituye uno de los últimos y cadavéricos reductos, no poseen el monopolio de la fe, sino al parecer, con siempre excepcionales Hromadkas, todo lo contrario.
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