Lincoln Diaz-Balart
Muchas gracias, queridos amigos. Muy
buenos días. Gracias por acompañarnos.
El libro que estaba terminando
Rafael lo publicamos tras su muerte, Cuba: Intrahistoria. Una lucha sin tregua.
Ustedes saben que yo lo admiro profundamente, por muchas razones.
Su radical rechazo, odio al racismo.
Vicky Ruiz Labrit está aquí; ella ha analizado brillantemente sus ideas sobre
la raza cubana, síntesis de todos los orígenes étnicos que han logrado crear la
nación cubana, las ideas de Rafael contra el racismo. Vicky, gracias por tu
estudio y tu profundización de ese pensamiento de Rafael.
Su plan detallado, que nos dejó, está
aquí, para la reconstrucción de Cuba, la construcción de una Cuba prospera, con
una comunidad económica con Estados Unidos de América. ¿Ustedes se imaginan lo
que va a significar? Las inversiones multibillonarias que va a recibir Cuba
libre cuando tengamos esa comunidad económica con Estados Unidos. Una comunidad
económica con capitalismo, pero un capitalismo de todos y para el bien de
todos.
Explica Rafael los mecanismos que la
República puede crear para que, de las multibillonarias inversiones que lleguen
a Cuba, los trabajadores cubanos tengan una parte de esas inversiones en forma
de financiamiento para, si quieren, ser accionistas de las empresas donde
trabajan. La creación de cientos y cientos de miles de pequeñas empresas, para
que Cuba pueda ir de un país de proletarios a un país de propietarios. Nos dejó
ese plan.
Imagínense el sentido de deber y de
responsabilidad que sentimos, y también, como lo admiramos.
Pero tengo que decirles, que de todo
lo que hizo Rafael Diaz-Balart en su vida, lo que más me enorgullece fue que en
Enero de 1959, como él dice en Cuba: Intrahistoria, dándose cuenta que
si él no tomaba un paso al frente para denunciar los fusilamientos diarios de
cubanos que ya habían comenzado, nadie lo haría. Y 15 cubanos se reunieron, el
28 de enero de 1959 en el viejo hotel “Belmont Plaza” de Nueva York y
denunciaron, ante la historia, los crímenes que ya estaban cometiendo los gángsters,
asesinos, de la anti-cuba, y denunciaron los fusilamientos. Denunciaron los
asesinatos de tres de los 4 hijos de Juana Gros de Olea. Del padre de Connie
Niebla.
¿Está aquí Connie Niebla? Sí. El
padre de nuestra amiga Connie Niebla, el honorable y digno patriota cubano José
Manuel Milián, fue asesinado.
Yo quisiera en estos momentos,
queridos amigos, recordarlos a todos, a todos los asesinados, todos, comenzando
por esos que acabo de mencionar, los hermanos Olea, José Manuel Milián, y
siguiendo por todos estos 58 años. Porfirio Guillén Amador, el hermano de
nuestra honrada de hoy, Felicia, que murió peleando en el Escambray, en 1963.
Todos ellos, continuando por toda la historia de la barbarie, pasando por
nuestros mártires de Hermanos al Rescate, hasta Laura Pollán y Oswaldo Payá,
honremos a todas esas vidas con un aplauso.
Eso, de todo lo que hizo Rafael, es lo
que más admiro. En 1960, un año después de fundar La Rosa Blanca, lo metieron
preso aquí, porque La Rosa Blanca fue una denuncia contra la actitud de todo el
mundo, contra todos los gobiernos del mundo, incluyendo el gobierno más
poderoso del mundo, el gobierno de Estados Unidos, que forzó a La Rosa Blanca a
inscribirse como agente extranjero. La única organización en la historia del
exilio que ha tenido que hacerlo. Y cuando él, leyendo la ley, como abogado,
cuando Rafael le dijo al Departamento de Justicia, y todos los documentos están
aquí, oigan, la ley dice que uno se inscribe cuando uno es un agente de un
gobierno extranjero. Nosotros estamos luchando contra un gobierno extranjero. Por tanto, la ley no aplica. Y le
contestaron: “Let’s meet in person” (mejor
nos reunimos en persona) y se reunió en persona, en la oficina del Congresista Víctor
Anfuso, el hombre al que le debemos la vida, mi mamá, mi papá, Rafa y yo. José
y Mario nacieron aquí, más tarde, pero pudimos entrar en Estados Unidos y le
debemos la vida al Congresista Víctor Anfuso de Nueva York. La reunión fue en
su oficina. Y le dijeron, “usted inscríbase como agente de La Rosa Blanca de
Cuba”. Entonces, lo que más me impacta, cuando leo esos documentos, es que en
el formulario de inscripción, cuando le preguntaron “¿quiénes dentro del país
que usted representa son específicamente lo que usted representa? Normalmente,
uno representa a un partido político, o a un ministerio de un gobierno. Y él
puso “everybody”. Todo el mundo.
Pues, ese día, lo metieron preso, y
les voy a leer un poco de lo que escribió en Cuba: Intrahistoria sobre ese
día que lo metieron preso aquí. La Rosa Blanca tenía todos los permisos para ponerle
una ofrenda floral al monumento de Martí. Ustedes, los que habrán estado en
Nueva York, habrán visto el monumento allí en el Parque Central. Fueron con
todos los permisos para ponerle una ofrenda floral a Martí, y lo metieron
preso. En el libro están todos los detalles del incidente. Yo solo les voy a
contar por qué se llama Juana Gros de Olea el premio que otorgamos hoy. Rafael
escribió sobre ese 28 de enero de 1960: “Muy tarde esa noche, cuando por fin
pude salir de la cárcel, (por cierto, le echaron abajo los cargos unos meses después,
desestimaron los cargos porque cambió la política hacia Castro, ya lo vemos en
los documentos desclasificados, más o menos en marzo de 1960 comenzó a cambiar
la política y unos meses después le echaron abajo los cargos). “Cuando por fin
pude salir de la cárcel, había un acto planeado conmemorando el primer año de
La Rosa Blanca, también en el Hotel Belmont Plaza, y dije allí, en el acto: Hemos
decidido extraer los versos sencillos, hermosos y profundos de nuestro
apóstol de las antologías poéticas y de las reflexiones intelectuales, y hacer
de ellos nuestra brújula, nuestra bandera:
Cultivo una rosa blanca, en junio como en enero, para
el amigo sincero que me da su mano franca. Y para el cruel que me arranca el
corazón con que vivo, cardo ni ortiga cultivo, cultivo la rosa blanca.
Entonces, continuó diciendo Rafael “eso
es un evangelio laico y un mandato de luz en este momento de oscuridad y de
tinieblas. En la Cuba libre por la que luchamos y lucharemos siempre, debemos
establecer un legítimo Estado de Derecho, dónde reine el imperio de la Ley y de
la Justicia, nunca el de la venganza y el de las bajas pasiones. La patria
requiere y requerirá una gran dosis de amor y de perdón”.
En
ese momento, continúa Rafael en Cuba: Intrahistoria. “se puso de pie la
señora Juana Gros de Olea, que había sufrido solo un año antes el asesinato sin
juicios en Santiago de Cuba de tres de sus cuatro hijos. Francamente pensé que
“Chicha”, como era conocida Juana, destruiría mi tesis de amor para Cuba, pero
nunca olvidaré sus palabras, pronunciadas mientras ella lloraba: “Sí Rafael,
tienes razón. Tenemos que aprender a amarnos. Yo no quiero que ninguna madre
cubana en el futuro tenga que sufrir ni un solo día con el sufrimiento con el
que yo viviré el resto de mis días”.
Ese es el premio, Juana Gros de Olea.
Juana Gros de Olea. Y hoy se entrega el tercero. El primero fue entregado póstumamente
a Juana a través de sus sobrinos que la sobreviven, Anthony y Edward Arroyo. El
segundo fue entregado al primer presidente de La Rosa Blanca, el investigador científico
y médico cubano, amigo de Albert Einstein, Doctor Domingo Gómez Gimeránez, en
manos de su hija, Sita Gomez. En 1959, Gómez Gimeránez era investigador y
profesor en New York University y más tarde en Columbia University, y aceptó la
presidencia de La Rosa Blanca. Imagínense ustedes las enemistades que se buscó.
Armando de Armas ha escrito un análisis extraordinario sobre la vida, un gran ensayo
sobre ese tremendo genio cubano. Fíjense que cuando Gómez Gimeránez murió,
Rafael pronunció unas palabras en su funeral, y Severo Ochoa, Premio Nobel de
Medicina, español, se le acercó después a Rafael y le dijo, porque mi padre
había dicho, “Gómez Gimeránez merecía el Premio Nobel”, y hubiera sido
claramente Premio Nobel en Medicina si no hubiera sido un cubano exiliado, y
Severo Ochoa le dijo, “Usted tiene razón, él se lo merecía mucho antes que yo.”
Ese fue el recipiente del segundo premio Juana Gros de Olea.
58 años más tarde, la lucha sigue. Y
ahora, la extraordinaria mayoría del pueblo de Cuba, amordazado, ese pueblo discriminado,
humillado, la extraordinaria mayoría del pueblo de Cuba repudia la tiranía
moribunda y putrefacta de Castro. Celebramos que en cada municipio de Cuba, hay
héroes. Es muy difícil ser opositor en Cuba, no solo te agreden, agreden a tu
familia. Sin embargo, en ningún país comunista, estudiemos a todos los países
ex-comunistas, nunca hubo la cantidad de héroes que hay hoy en Cuba. Y cada día,
hay más. Dirigidos, inspirados por unos símbolos.
Pues, hoy entregamos el Tercer
Premio Juana Gros de Olea a dos símbolos, que admiramos desde lo más profundo
de nuestros corazones.
La hermana de Porfirio Guillén
Amador, Felicia Guillén Amador, que, durante décadas, todas estas décadas, se
ha mantenido inalterablemente representando lo mejor de Cuba, Felicia Guillén
Amador.
Y nuestro hermano “Antúnez”, que no solo
sufrió 17 años siendo torturado en las ergástulas, sino que, como me recordaba
Bertha, su hermana, muchas veces cuando Bertha y otros amigos y familiares iban
a visitarlo, le entraban a golpes a los visitantes delante de él y naturalmente
entonces a él también. 17 años. “Antúnez”.
Tenemos una acusación de terrorismo
por parte de la tiranía. Se acordarán Mario, Ileana, Carlos, que en 2014 nos
reunimos en la Embajada de Lituania. La Embajada de Lituania tuvo una recepción
conjuntamente con el Instituto La Rosa Blanca. Entonces, recibió una protesta
formal Lituania de la tiranía cubana, detallando la acusación de terrorismo
contra nosotros (porque tenemos un blog y una página digital). También dice la tiranía que nos asociamos con
elementos de la mafia de Miami y describe, sin mencionar nombres, a Ileana, Carlos,
y Mario, sí.
Está la acusación de terrorismo,
pero la realidad es, señores, que la tiranía se pudre. La historia es tan
importante. Hay que estudiarla porque hay veces que la gente no se da cuenta.
Por ejemplo, cuando mataron a Trujillo los dominicanos no sabían que se había
acabado su tiranía. Demoró unos años, pero se acabó. Estaba Ramfis, el hijo de
Trujillo, ahí matando, pero se acabó. En la tiranía cubana se les murió el
cerebro, el loco endemoniado se les murió ya. ¡Solavaya! Se fue, pero, además,
no sé si ustedes se han dado cuenta, pero el guardaespaldas perdió aquí, tenían
un guardaespaldas aquí en la presidencia de Estados Unidos, él también se fue.
La tiranía es un cadáver insepulto.
Entonces, Rafael habló del deber, y es
muy sencillo. Estas ideas están escritas aquí. ¿Cuál es nuestro deber? ¿Cuál es
mi deber? ¿El deber que yo quiero compartir con ustedes? Estas ideas tienen que
estar disponibles para el pueblo de Cuba cuando vaya a elegir a su Congreso
Constituyente o a su Asamblea Constituyente y escribir una nueva Constitución.
Estas ideas tienen que estar disponibles. Así que, y no les estoy anunciando la
fecha, pero sí les estoy diciendo que, no el Instituto, el partido La Rosa
Blanca va a tener un Congreso en Cuba, y vamos a discutir estas ideas, y van a
estar disponibles para los legisladores y el pueblo de Cuba. Y muy pronto,
porque la tiranía ya es un cadáver insepulto.
Quiero decirles que, entre lo que ha
cambiado, ustedes lo saben, desde hace 58 años, entre las cosas que han cambiado,
es que hay ocho, ocho, Congresistas y Senadores de Estados Unidos cuyos padres
eran o son patriotas cubanos. Eso es una realidad determinante. La brújula de
esos ocho, yo tuve el privilegio de estar en la trinchera diaria con ella, es
Ileana Ros-Lehtinen. La tiranía la llama la loba feroz. Es la loba por la
dignidad, por los derechos humanos en todo el mundo, por la democracia, nuestra
hermana. Con ustedes, Ileana Ros-Lehtinen.