Por Lincoln Diaz-Balart
El 2 de agosto de 2012, en representación del Instituto La Rosa Blanca, participé
en un Foro titulado “Movimientos Democráticos en Estados Totalitarios” en el
Capitolio de Washington, DC, organizado por el Instituto Internacional
Republicano, la Asamblea de la Resistencia Cubana, y el Centro para la Libertad
y la Democracia.
A continuación por favor
vea las palabras que pronuncié allí ese día:
Al verlos a cada uno de ustedes,
es imposible no recordar las palabras de Martí: “Cuando hay muchos hombres sin
decoro, hay hombres que tienen el decoro de muchos hombres”.
La solidaridad con el
pueblo de Cuba que ustedes manifiestan, la solidaridad de los gobiernos aquí
representados, de las organizaciones patrióticas cubanas, y de las
organizaciones no-gubernamentales aquí presentes, es más importante hoy que
nunca, y será agradecida por los cubanos para siempre.
No repetiré lo dicho por
los presentadores anteriores, Mauricio Claver-Carone, Mario Diaz-Balart, el Encargado
de Negocios de la Embajada de Hungría en Estados Unidos András Bácsi-Nagy, Orlando Gutiérrez, el Embajador de la República
Checa en Estados Unidos Petr Gandalovic, el Presidente del
“National Endowment for Democracy” Carl Gershman, Albio Sires e Ileana
Ros-Lehtinen, pero cada palabra pronunciada por ellos hoy aquí ha sido de
importancia.
Albio Sires habló de la
unidad de los Congresistas cubano-americanos. Es verdad, no importa si son Demócratas
o Republicanos, juntos trabajan por la libertad de Cuba, porque reflejan y
representan la unidad de los cubanos.
En la tarde de hoy yo no
estoy pensando en las casi dos décadas de mi trabajo aquí en este Congreso,
sino en los primeros años de ésta larguísima lucha por la libertad de Cuba. Recuerdo
a mi padre y a los otros cubanos que comenzaron ésta lucha, como el padre de mi
hermana en la causa Ileana Ros-Lehtinen, Enrique Ros, y el padre del
distinguido Comisionado del Condado que nos acompaña hoy, Esteban Bovo. Mi
padre siempre soñó con la unidad de los cubanos y trabajó incesantemente para
que Cuba lograra superar las grandes diferencias del pasado. Él estuvo aquí en
este Capitolio hace muchos años, en 1962, y su amigo, el Congresista Víctor
Anfuso introdujo una Resolución pidiendo que Estados Unidos reconociera a un
gobierno de Cuba en el exilio. La idea era que fuera presidido por el
Presidente Constitucional, Carlos Prío Socarrás. ¿Verdad que era lógica la
idea? Pues, sin entrar en los tristes pormenores del por qué, no fue posible.
Es una realidad que la unidad de los cubanos no era posible en esos momentos.
Pero, tomemos conciencia
de que ese sueño de mi padre, la unidad de los cubanos, por fin se ha hecho
realidad. No es que haya unidad en todas las ideas, de la misma forma en que habrán
múltiples partidos en el futuro representando a todas las ideologías, pero sí existe
una fuerte unidad de propósito. Unidad en el propósito de que Cuba sea libre, con
un genuino Estado de Derecho. Van surgiendo nuevos líderes cubanos. Recuerdo
como durante años admiré sin conocerla a Bertha Antúnez, la hermana del gigante
del centro de Cuba, Antúnez. Bertha está aquí con nosotros esta tarde
(aplausos). Recuerdo durante años admirar sin conocerlo al Dr. Darsi Ferrer. Él
está aquí hoy entre nosotros (aplausos). Ellos, como los héroes de la oposición
que siguen luchando dentro del monstruo totalitario, serán líderes en la Cuba
libre que se acerca.
Orlando Gutiérrez nos dio la
noticia de los próximos pasos que tomarán los héroes de la oposición interna en
Cuba a pesar de la represión sin límite del régimen. Yo les diré algo más. A
pesar de la brutal represión, cruel y violenta, en el crepúsculo de la
barbarie, la larga pesadilla de la tiranía feudal y totalitaria que tortura y destruye
a Cuba, está llegando a su fin. La tiranía de los Castro está absolutamente podrida
de raíz. No podrá sobrevivir. Pronto nacerá la nueva República, a la que
contribuiremos con amor y devoción cada uno de nosotros, con todos y para el
bien de todos.