Tuesday, April 30, 2013

Venezuela en la llave estranguladora castrista


Por Lincoln Diaz-Balart

Tomemos conciencia del momento que estamos viviendo.
Los Castro se han robado las elecciones en Venezuela. Un títere, desde hace muchos años escogido por Fidel Castro para el momento de la sucesión de Hugo Chávez, Maduro, ha sido impuesto en el poder a pesar de su clara derrota a manos del líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles.
Como dije públicamente el 5 de marzo, el día que anunciaron la muerte de Chávez, el robo de las elecciones ya había sido consumado; ya habían impuesto a Maduro como presidente interino a pesar del requisito constitucional chavista de que el presidente de la asamblea legislativa, Diosdado Cabello, asumiera provisionalmente la presidencia y convocara las nuevas elecciones. Durante la última fase del largo proceso de la enfermedad de Chávez, el presidente de la asamblea legislativa venezolana estuvo en La Habana para reunirse con Fidel Castro. Cabello le rogó a Castro que se cumpliera el formalismo constitucional chavista. Cabello le aseguró a los Castro que ellos tendrían su absoluta lealtad, y que, por lo tanto, se debería seguir el formalismo constitucional para, así, no crear posibles obstáculos para el régimen venezolano por parte del gobierno del Presidente Barack Obama y el resto de la comunidad internacional.
Pero, desafortunadamente para Cabello, Fidel Castro conoce bien las características fundamentales de los Presidentes de Estados Unidos, a quienes tiene que temer y a quiénes no. Castro sabía perfectamente que la imposición de Maduro, a través no solo de la violación del requisito constitucional de la presidencia interina de Cabello, sino del robo de las elecciones presidenciales el día en que el pueblo acudiera a las urnas, sería aceptado por el Presidente Barack Obama, y, por lo tanto por el mundo, sin mayores dificultades para los Castro. Fidel Castro rechazó la petición de Diosdado Cabello y decidió mantener, sin desvío ni paréntesis, su decisión de imponer a Maduro como Presidente de Venezuela.
Fidel Castro y su hermano el tirano en funciones han logrado retener la petrochequera venezolana a través de la imposición de su títere Maduro. No solo reciben miles de millones de dólares anuales en recursos pertenecientes al pueblo del rico país suramericano, sino que deciden quienes son los otros receptores del dinero venezolano, incluyendo los constantes maletazos llenos de efectivo como el que se incautó por las autoridades rumbo a la presidenta de Argentina.
Mientras el pueblo cubano sufre las consecuencias de 54 años de destrucción económica total y es víctima cada día del terrorismo de estado a manos de la policía política de la tiranía (la única institución que funciona con eficacia en la Cuba de Castro), Fidel Castro y su hermano el tirano en funciones disfrutan del control de los vastos recursos económicos del pueblo venezolano. Como no existe contrapeso internacional alguno a sus diseños en la era de Barack Obama, los hermanos Castro nunca han disfrutado de una influencia internacional como la que tienen hoy.
La luna de miel de los octogenarios hermanos Castro, sin embargo, no les durará mucho.
       Primero, porque el pueblo venezolano es, como reitera su bello himno nacional, bravo. La oposición al control castrista sobre Venezuela no claudica, y tiene un líder inteligente y capaz en Capriles.
Segundo, porque el pueblo cubano no ha dejado de luchar por su libertad, ni un solo día, durante las largas décadas de su calvario a manos de la Anti Cuba castrista. Cada día hay un mayor número de héroes dentro de Cuba luchando por la liberad, con una valentía personal admirable y con inteligencia e imaginación. También habrá, cada día, mayor coordinación de la oposición interna con el exilio, que desempeñará una función clave en la nueva etapa de la lucha por la instauración de un Estado de Derecho en Cuba.
Y tercero, porque Estados Unidos – neutralizado hoy en día por su dirigencia, también cambiará, y será nuevamente una críticamente importante fuente de solidaridad con los luchadores por la libertad.
Los Castro nunca han tenido mayor influencia internacional, pero estamos ante el crepúsculo de su barbarie. La libertad de Cuba llegará mucho antes de lo que muchos creen. El tirano Fidel Castro y su hermano, el tan-mediocre-como-asesino-tirano-en-funciones, pronto estarán sepultados en el basurero de la historia, y su memoria será repudiada para siempre por los cubanos.

No comments:

Post a Comment